Sao Paulo.- El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva convocó al presidente de Francia, François Hollande, y a su antecesor, Nicolas Sarkozy, como testigos en un juicio por tráfico de influencia, informó hoy la defensa del ex jefe de Estado.
El pasado diciembre, un juez brasileño aceptó abrir un proceso contra Lula con base en una denuncia en que la Fiscalía lo acusa de los crímenes de tráfico de influencias, lavado de dinero y asociación para delinquir.
Lula fue acusado de interceder, cuando ya había dejado la Presidencia, ante su ahijada y sucesora, Dilma Rousseff, para que el Gobierno declarara a la empresa sueca Saab vencedora de la licitación abierta para la compra de 36 aviones caza.
Los aviones suecos, del modelo Gripen-NP, competían con los Rafale de la empresa francesa Dassault y con los FA-118 Súper Hornet de la estadounidense Boeing en una licitación lanzada en 2001 y aplazada varias veces, hasta ser concretada en 2014.
En el marco del proceso, los abogados llamaron como testigos a los expresidentes Fernando Henrique Cardoso y Dilma Rousseff para esclarecer cómo funciona la compra de equipo militar.
La defensa también convocó al primer ministro de Suecia, Kjell Stefan Löfven, así como a Sarkozy y Hollande, quienes podrían explicar por qué las negociaciones con la compañía francesa no se concretaron.
La convocatoria, sin embargo, aún debe ser aprobada por la Justicia. Lula, quien fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010, tiene cinco juicios abiertos en su contra, algunos de ellos por corrupción relacionados con el gigantesco escándalo de la petrolera estatal Petrobras.
El exmandatario se planeta su candidatura por el Partido de los Trabajadores (PT) de cara a las elecciones de 2018, aunque su postulación podría ser impedida por la ley electoral si es condenado en segunda instancia.