
SAO PAULO, Brasil.-El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva volvió a vestirse este viernes de líder obrero en Sao Paulo, en la manifestación de defensa del frágil gobierno de su sucesora Dilma Rousseff, amenazada por un juicio de destitución.
Lula, recientemente nombrado jefe del gabinete de Rousseff e investigado por corrupción, fue ovacionado por miles de personas en la ciudad donde en los años 80 el entonces líder sindical dirigió las huelgas contra la dictadura militar.
El exmandatario, de 70 años, vestido con una camisa roja, saludó desde lo alto de un camión a la multitud, constató una periodista de la AFP.
También las calles de Rio de Janeiro, Brasilia y de varias ciudades del noreste, bastión de Lula, se cubrieron con los colores rojos del Partido de los Trabajadores (PT) y con pancartas de apoyo a Rousseff.
"¡No al golpe!", gritaban los manifestantes, en referencia al proceso de destitución de Rousseff que ya está siendo debatido en la Cámara de Diputados.
