El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó este domingo, durante un breve discurso en Sao Paulo, su seguridad de que Brasil elegirá en los comicios de octubre próximo a alguien mejor que el ultraderechista Jair Bolsonaro y a partir de entonces el país será reconstruido.
Al hablar en la plaza Charles Miller, sede del acto central por el Primero de Mayo, en Sao Paulo, Lula propuso a dirigentes sindicales presentes una mesa de negociación para discutir los derechos y las políticas públicas.
“La libertad desplegó por fin sus alas sobre el pueblo brasileño. Y vamos a volver a ser un país civilizado”, vaticinó al final de su alocución el fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
“Vamos a tomar un Brasil destruido”, dijo, y añadió que “quien sabe lo que necesita no es ningún capitán, es la gente trabajadora de este país”.
Sin mencionar nombres, calificó al actual gobernante de fascista y genocida, y señaló sus relaciones con la milicia.
“Nunca recibió a los líderes sindicales, a los movimientos sociales. Solo gobierna, quién sabe, para sus milicianos. Algunos, quién sabe, con responsabilidad en la muerte de Marielle Franco”, afirmó en referencia al asesinato de la concejala negra y defensora de los derechos humanos.
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Franco, del Partido Socialismo y Libertad, y su chofer Anderson Gomes, fueron asesinados en una céntrica zona de la ciudad de Río de Janeiro en la noche del 14 de marzo de 2018. El vehículo en que viajaban fue alcanzado por 13 disparos de una subametralhadora HK MP5, de alta precisión y utilizada solo por fuerzas policiales de élite.
En su intervención en Sao Paulo, Lula se refirió al aumento de la inflación y recordó que, cuando crece, “el salario disminuye, el carrito tiene menos compra, en la mesa hay menos para comer”.
También destacó la política de revalorización del salario mínimo y la creación de empleos con tarjeta de trabajo durante su gestión (2003-2011).
Recalcó que tiene 76 años, “con la energía de los 30 y el entusiasmo de luchar por este país” como nunca.
El expresidente brasileño, quien recientemente anunció que el 7 de mayo hará oficial su candidatura como abanderado del PT, lidera las encuestas de opinión rumbo a las elecciones de octubre, en las que Bolsonaro planea ser relegido.
Durante las celebraciones de este domingo en varias ciudades de Brasil por el Día Internacional de los Trabajadores, se escuchó el grito ¡Fuera Bolsonaro! y los manifestantes enarbolaron demandas de empleo digno y desarrollo sostenible con justicia social, entre otras.
Nada de esto es posible con Bolsonaro en el poder, pues con el exmilitar la clase obrera “no tiene futuro”, afirmó en su convocatoria el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Sérgio Nobre.
Grupo de Puebla aplaude decisión de la ONU sobre parcialidad contra Lula
El Grupo de Puebla celebró la reciente decisión del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que declaró que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva fue víctima de la parcialidad del exjuez Sérgio Moro.
Citada en la página oficial del Partido de los Trabajadores (PT), una nota de la alianza integrada por líderes progresistas de América Latina y Europa asegura que quedó demostrado que la desarticulada operación judicial Lava Jato violó en Brasil “los derechos políticos, la garantía de un juicio justo y la privacidad” de Lula.
Tal determinación es “una advertencia clave para la escalada de la guerra de leyes y el uso de la justicia para perseguir a los líderes políticos progresistas en América Latina”, señaló el Grupo.
En la sentencia, el comité de la ONU concluyó que la conducta y los actos públicos de Moro y de los fiscales de Lava Jato violaron, además, el derecho del exgobernante a la presunción de inocencia.
También consideró que las “violaciones de procedimiento” de Lava Jato hicieron “arbitraria la prohibición de que Lula se presente a la Presidencia”.
Así, subrayó el Grupo de Puebla, “el comité de la ONU entendió que había una violación de los derechos políticos del expresidente, incluido el derecho a presentarse a las elecciones”.
Para el Grupo de Puebla, a pesar de hacer justicia histórica, el fallo del organismo internacional no puede reparar el daño personal y familiar al exmandatario, quien fue encarcelado injustamente durante 580 días.
Asimismo, “deja una mancha en las elecciones presidenciales brasileñas de 2018, cuando Lula, que lideraba todas las encuestas y todos los escenarios, fue apartado de la carrera por una condena judicial llena de vicios e ilegalidades, como acaba de reconocer la ONU y como ya había hecho el Tribunal Supremo brasileño”.
Firmado por los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Dilma Rousseff (Brasil), Ernesto Samper (Colombia), Rafael Correa (Ecuador) y Fernando Lugo (Paraguay), entre otros líderes políticos, el mensaje del Grupo precisa que la alianza reafirma su compromiso con el Estado de derecho democrático.
Reitera que la presunción de inocencia, el pleno derecho de defensa y a un juicio justo e imparcial son pilares innegociables de la democracia.
En uno de los últimos documentos entregados a la ONU, el Gobierno salió en defensa de Moro, en ese momento ministro de Justicia del mandatario de tendencia ultraderechista, Jair Bolsonaro.
La defensa del exlíder sindical argumentó que, al aceptar el cargo, Moro tendría una “posición política” y “utilizó su papel de juez de forma sesgada para ayudar a los grupos opuestos al expresidente”.
Desde el inicio de las investigaciones, Lula reafirmó su inocencia y denunció que fue “víctima de la mayor mentira jurídica” de la historia de Brasil.
Fuente: Prensa Latina