SANTO DOMINGO.-Durante la infancia en Mao sus amigos lo llamaban “Güirí güirí”, igual que el sonido que procedía de una rústica guitarra que había fabricado con una goma de vehículo, una yagua de palma y una tabla de madera, a la cual le sacaba algunas melodías sin tener estudios de este instrumento.
Luis Segura fue creciendo, y con los vecinos de infancia formó un grupo con el que hacían una especie de veladas y serenatas a las niñas que enamoraban y de esta forma la música se convirtió en su todo.
Su niñez
Casi no convivió con su padre, pues Victoriano abandonó la familia desde sus primeros años de nacido. Sin embargo, su madre y hermanos mayores ayudaron en la casa para que la familia prosperara.
Luis comenzó a vivir una niñez normal, rodeado de amigos, jugando a las escondidas, el pañuelo, a la policía y otros juegos. Cuando tenía ocho años de edad fabricó una guitarra con una goma desechada de un vehículo que había encontrado en la calle, una yagua de palma y una tabla de madera suave.
Con ese rústico instrumento se paseaba por todo el barrio y de tanto tocarlo hizo muy familiar un sonido que la gente entendía decía “güirí, güirí”. Por esa razón se ganó ese apodo en el sector y cuando alguien escuchaba ese sonido decían: por ahí viene “Güirí güirí”.
Al pasar el tiempo pudo ahorrar tres pesos y se compró una pequeña guitarra.
Estudió música
En su pueblo tomó clases con Virgilio, alias Bochón, y a los pocos meses, Luis ejecutaba mejor que él la guitarra.
En Valverde entró al grupo Librado como güirero y se ganaba entre cuatro y cinco centavos por baile. Sin embargo, no era bachata lo que se escuchaba en esa época, sino perico ripiao, ritmo que aprendió a ejecutar con facilidad. Con esta misma agrupación también tocó tambora y bongó.
Pero en él hubo una influencia muy marcada en la bachata tras escuchar a Julio Jaramillo y El Jibarito de Lares, a quien admiraba desde niño. Así comenzó su inclinación por la bachata.
Se radica en la capital
A la edad de 18 años, un hermano llevó la familia completa a vivir a Santo Domingo en busca de un mejor futuro. Su primer trabajo fue en la Escuela de Arte y Oficio, pero en poco tiempo perdió ese empleo y fue cuando se decidió por la música.
“En esa época me dediqué a ‘picar’ con mi guitarra. Yo andaba de barra en barra y me ganaba mis chelitos, no era mucho, pero me alcanzaba para vivir”, recordó Segura.
La primera propuesta
“Una vez yo estaba en el ensanche La Fe y comencé a cantar con mi guitarra. Pasó un señor de nombre Juan Linares, quien tenía una tienda de vender discos y se quedó oyéndome cantar”, relató.
-Oye amigo, tú cantas muy bonito. Vamos a grabarte, yo pongo el dinero y tú pones los músicos, le dijo Linares.
-De acuerdo, vamos arriba, respondió Luis Segura.
Eso fue en 1964 y de inmediato grabó el tema “Cariñito de mi vida”, una canción que se convirtió en un clásico.
A partir de esa canción se empezó a hablar de Luis Segura por todo el territorio nacional. Logró pegar un sinnúmero de bachatas, entre ellas Perdido, Déjame ya, Falso amor, Dicen, Una chica como tú, Traicionera y Corazón de acero.
Su primer viaje a Estados unidos fue en 1970, pero para esa época la bachata no era muy popular y apenas tocaba una actividad por semana, según consta en el libro ‘Célebres Músicos Dominicanos’ escrito por Fausto Polanco para la institución de gestión colectivo “Sodaie”.
‘Pena’, su gran éxito
A principios de los 80 le vino su gran éxito gracias a la canción ‘Pena’, de su autoría, la cual fue grabada por otros artistas, incluyendo merengueros como Bonny Cepeda.
Afirma que le dio un cambio al ritmo, poniéndole más velocidad y pudo triunfar con su propio estilo. Ha escrito más de 500 canciones y ha grabado cerca de 300 con su grupo de bachata, pues tiene más de 30 producciones musicales, afirma.