El padre Luis Rosario se nos fue días antes de su cumpleaños del 2022. Nos dejó estupefacto con su ida. Siempre creíamos en su recuperación. Creíamos que estaría con nosotros por siempre. De hecho lo estará con sus obras de “Buen cristiano y Honrado Ciudadano”.
Dejó esperando a miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en su casa de acogida, a sus oyentes en Radio Juventus Don Bosco y a la gente del barrio María Auxiliadora del Distrito Nacional vía las organizaciones de la sociedad civil articuladas en la Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco (CODONBOSCO) y en el Centro de Mediación Comunitario María Auxiliadora (CEMECOMA).
Dejó a los menores de edad sin padres (mamá, papá y familiares), ya que estos no asumían sus responsabilidades. Aún el Estado teniendo políticas públicas que los respaldan, todo solo estaba en papeles no en acciones concretas a favor de estas personas indefensas, pero con esperanza.
Luis marcó a miles de jóvenes con sus reflexiones bíblicas, espirituales y teológicas, pero con acciones. Del mismo modo, acciones a favor de la juventud, pero con reflexiones extraídas del santo de los jóvenes Don Bosco. Un hombre religioso, abogado y teólogo que ponía a Don Bosco como su compañero de lucha por una juventud basada en principios, valores y honrado ciudadano como buen cristiano.
Desde nuestro punto de vista, uno de los mayores compromisos asumidos por el sacerdote Luis Rosario, fue la de reunir a los muchachos de la calle, aunque ese proyecto lo inició en 1990, fue a partir del 1996 cuando el mismo se dio cuenta de registrar a cada joven que él compartía sus precariedades y les daba acogida.
Así surgió el local que él denominó “Casa Pinardi” en la cual recuerda con ese nombre una histórica vivienda del barrio Valdocco en Turín de Italia. Espacio cedido a Don Bosco para su oratorio por el señor Francisco Pinardi.
En el Boletín Salesiano marzo-abril 2020, Luis informó a sus lectores que a esa fecha, unos 3,500 muchachos fueron “reintegrados a sus familiares”, un rescate que ninguna institución pública puede adjudicarse. En la indicada casa funciona además, el programa Yo también.
Luis Rosario tenía esa sensibilidad con las personas menores de edad, pero cuidado, también con los adultos. Siguiendo los lineamientos del mentor de los Salesianos, Don Bosco. Para la familia Salesiana es y será por ahora, un desafío encontrar al relevo del que se ha denominado recientemente el Don Bosco dominicano, Luis Rosario Peña.
Ejerciendo quien suscribe la presidencia de la Unión Católica de Comunicadores Sociales (UCADECOS), Luis Rosario Peña era el facilitador por excelencia de a actividades desde la cual organizaba en coordinación con el Colegio Dominicanos de Periodistas (CDP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), la Unión Nacional de Trabajadores de la Prensa (UNTP) y con las escuelas de Comunicación Social de las 7 universidades; donde impartíamos talleres y cursos sobre el vocabulario religioso para periodistas, locutores y comunicadores.
Este ejerció por muchos años la vocación de vocero de diversos sectores en el país en temas relacionados a las personas menores de edad, adultos y jóvenes. Lea: https://eldia.com.do/el-salesiano-luis-rosario-pena-el-sacerdote-de-la-juventud-y-ninez/
Para el año 2017 escribí una Conflictos y Mediaciones para mi admirado, querido y distinguido Luis Rosario Peña como persona de bien. https://eldia.com.do/personas-de-bien/.
Si usted desea edificarse un poco más, puede leer en El Día https://eldia.com.do/cerca-de-2-mil-jovenes-han-sido-rescatados-de-las-calles/. Eso es lo que él dijo, pero si indagamos y así lo confirmé en la eucaristía de cuerpo presente, Luis era un donador de todo lo que se ganaba y de lo que le obsequiaron por sus acciones pastorales y espirituales.
Una vez invite a Luis a la bendición del local de la Cooperativa del Grupo Corripio y en la misma, leyó el evangelio del día de minoría, quedé sorprendido y luego, se le otorgó al concluir una colaboración en cheque y sin ver la cantidad de dinero, se lo pasó a uno de sus muchachos que lo acompañaba. Para mí Luis es el desprendido de los salesianos.
Asimismo, días pasados visitando a doña María Idalia de Jesús me contó un testimonio de Luis Rosario. Narró que el padre estaba celebrando una eucaristía en la Parroquia La Altagracia del barrio 27 de Febrero y que por el alto volumen de la música que provenía de un colmadón decidió realizar el “Magníficat” y la música no se escuchaba en las oraciones y reflexiones de ese día. Dios santo.