PUERTO RICO.-Con 55 años vividos, el cantante Luis Enrique se siente lo suficientemente maduro para contar lo que muchos de sus familiares y amigos desconocían: creció en ausencia de sus padres, sintió sobre todo el abandono de su madre, toleró las agresiones físicas de un tío cura que se hizo cargo de él y de su hermano, hasta que un día lo golpeó en la boca y eso lo impulsó a sumarse a los miles de inmigrantes ilegales que entran a Estados Unidos.
Lo cuenta ahora porque logró perdonar –aunque “hay heridas que se quedan contigo”- y porque su historia no es distinta a lo que viven muchos hispanos en la nación norteamericana.
“Los momentos de mami son difíciles, porque a uno le han enseñado toda tu vida que tú mamá es la persona que estará a tu lado, que debe cuidarte, abrazarte, no abandonarte y separarte de ella”, dijo.
— Novedad
Luis Enrique presenta su “Autobiografía” mientras trabaja en tres proyectos musicales, dos que poco a poco irá dando a conocer sencillo por sencillo.