Teodoro Tejada.
El presidente Luis Abinader, al pronunciar su discurso de rendición de cuentas al cumplir dos años de gestión gubernamental, desde la ciudad de Santiago, el pasado 16 de agosto 2022, en la conmemoración de los 159 años de la restauración, se refirió en unos de sus párrafos finales a la Autopista del Ámbar.
El mandatario exhibió prudencia y reconoció el motivo de no haber iniciado la construcción de la Autopista del Ámbar, porque su gobierno no está dispuesto a operaciones fallidas o mal ejecutadas, y puso como ejemplo la de la autopista de Samaná que, de acuerdo al presidente Abinader, esa vía condenó durante años a los dominicanos a un injusto y desproporcionado peaje sombra.
Con estas declaraciones el presidente Luis Abinader demuestra no dejarse llevar de funcionarios de su gobierno que, entienden es una obligación cumplir compromisos de campaña haciendo proyectos de Alianza público-privada, aún este sea dañino al medio ambiente, ya que afectaría el nacimiento de varios ríos, entre estos el río Yásica que nace en la parte norte de la cordillera septentrional, el cual aporta gran parte del agua potable a los habitantes de Puerto Plata. Un estudio de impacto ambiental a este proyecto es negativo.
Otro aspecto negativo de la construcción de la Autopista del Ámbar, con la modalidad de la Alianza Público-Privadas, Ley No. 47-20, es que, sus operaciones serian fracasadas, ningún estudio serio y honesto de este proyecto puede dar como resultado que, los usuarios de la vía podrían pagar el altísimo costo de los peajes mínimo de dos mil pesos de ida y vuelta, para tan solo ahorrase 18 minutos, dado que, de acuerdo al director de la Dirección General de Alianza Público Privada (DGAPP), Lic. Sigmund Freund, esta vía conectará en 27 minutos a Santiago con Puerto Plata.
Actualmente este recorrido se hace en 45 minutos por la carretera Santiago-cruce de Navarrete-Puerto Plata y por la recién inaugurada carretera Turística Gregorio Luperón. Por lo que el estado tendría que invertir grandes cantidades de dinero en peaje sombra.
Decirle al país que, esta infraestructura vial, no tendría peaje sombra, es una utopía, el costo estimado por el gobierno, ronda los 400 millones de dólares y debido a la crisis generada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, sumado a la crisis sanitaria y económica que, todavía padece el mundo por covid-19, y los aumentos de precios de los materiales de construcción y los fletes, esa carretera costaría por encima de los 700 millones de dólares. Y con un incremento de tasa de política monetaria de 250 puntos básicos (2.5%) desde noviembre 2021 y actualmente de 8.00% anual, lo cual afecta negativamente la Tasa Interna de Retorno (TIR).
El Fideicomiso RD VIAL, no aguanta el financiamiento de este proyecto, debido a que su cartera de préstamos para financiar obras, está seriamente comprometida con obras que el gobierno está construyendo en la provincia de Santiago.
