Iniciaré está entrega tomándole prestado al colega Bienvo Carmona un combate ficticio como él magistralmente lo gráfica.
Trompada de Luguelín Santos a la Federación de Atletismo; abrazo de la Federación a Luguelín, quien lanza un “golopón” y cae el Ministro de Deportes, Francisco Camacho, sin saber porqué recibió ese golpe.
El laureado atleta Luguelín Santos no es tan santo como se quiere vender. Luguelín tiene un prontuario de situaciones similares a las que creó el pasado sábado en Bayaguana, donde el más afectado fue el ministro Camacho.
Luguelín tiene por años un enfrentamiento sostenido con la Federación de Atletismo, que fue la misma que lo sacó de la pobreza extrema y lo convirtió en un estelar.
Se recuerda que en sus “acostumbrados” requerimientos en 2018 se unió con el entrenador José -Ludwig- Rubio para amenazar que si no le aumentaban lo que cobra en el programa Parni, no asistiría a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla junto a su hermano y Mariely Sánchez, esposa de Rubio.
Incluso en las declaraciones que ofreció el sábado no dejó de darle su “foetazo” al decir que en la federación no cree que hará el tiempo para clasificarse a los Juegos Olímpicos, pero que aún así le ayudan con los pagos de pasajes y peajes.
Entonces, ¿a quién le creo? Es lógico, que si no creyeran en él no lo apoyarían con nada.
Lo mejor es que luego de tirarle el ‘cubo de aquello’ al ministro Camacho, se aparece en la noche en su casa junto a Héctor Gómez para solicitarle varios pasajes para irse a España, siendo lo mejor que la comunicación no la hizo a través de la federación como debe ser, sino que fue firmada por el dos veces medallista olímpico Félix Sánchez.
Aún con todos los ataques despiadados que recibió Camacho lo aceptó y lo premió, sin tener que hacerlo, porque el ministro le entregó todos los recursos económicos y a tiempo, que solicitó el Comité Olímpico Dominicano (COD) para las federaciones preparar a todos sus atletas.