Santo Domingo.–Como se considera una persona sencilla y con los pies bien plantados sobre la tierra, Luguelín Santos tiene claro quien es, el sitial que actualmente ocupa como atleta de primer orden y hacia dónde están enfocadas sus metas a corto, mediano y largo plazo.
“Nunca he tolerado que nada ni nadie me quite la posibilidad de cristalizar mis sueños. Creo que esa es la principal causa por la que he escalado tan rápido en el atletismo a nivel mundial”, señala Santos, campeón mundial juvenil y subcampeón olímpico de atletismo en los 400 metros lisos.
Santos, nativo de Bayaguana, provincia Monte Plata, revela que no recibe ayuda de las actuales autoridades para entrenarse, pese a su estatus de súper estrella del atletismo y haber dado a República Dominicana dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Singapur y una plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Mal enfocados
“Pienso que quienes están al frente del deporte en nuestro país y en la Federación de Atletismo, en particular, están enfocando todo sus esfuerzos en las escuelas y se han olvidado totalmente de los atletas de alto rendimiento, que somos quienes estamos brillando ahora, poniendo en alto el nombre y la bandera de República Dominicana, lo que podría tirar por la borda lo que se logró durante el pasado ciclo olímpico”, agregó Santos.
Expresó que desarrollar un infante en atletismo se toma su tiempo, talvez ocho o diez años, dependiendo de su talento.
“Entonces, qué pasará mientras tanto con ese vacío, porque tendremos que esperar hasta 2022 para ver los frutos”, se preguntó Luguelín.
Indicó que el atletismo dominicano necesita que el Gobierno y la Federación inviertan más recursos, no solo en los atletas que inician, sino a todos los niveles, además de acondicionar y tener pistas adecuadas para poder mantener el nivel de crecimiento de la disciplina considerada reina del olimpismo.
Cómo llega al atletismo
Santos, a quien le llamó la atención el fútbol cuando era un niño, pero que nunca lo practicó por falta de recursos, relata que comenzó entrenando en ciclismo, pero que luego fue introducido al atletismo por recomendación de su prima Celia Aquino, en 2002.
Recuerda que luego empezó a ver los logros de Félix Sánchez y otros deportistas criollos en los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003 y se enamoró de esta disciplina.
Asegura que su arrancada exitosa en el atletismo inició en 2008, cuando en los Juegos de la Juventud llamó la atención del entrenador José Ludwig Rubio, quien lo puso bajo su dirección y lo llevó becado a formar parte del programa de desarrollo que dirige en la Universidad Interamericana de San Germán, Puerto Rico, desde donde lo ha catapultado al estrellato.