Las últimas imágenes de Brad Pitt han hecho saltar todas las alarmas. El actor estadounidense, de 57 años, abandonó un centro médico de Beverly Hills en silla de ruedas, lo que ha preocupado enormemente a sus fans.
El protagonista de Malditos bastardos fue fotografiado saliendo de incógnito de una clínica en Los Ángeles escondido bajo la capucha de una sudadera, unas enormes gafas de sol y una mascarilla, tratando en todo momento de pasar inadvertido mientras uno de sus guardaespaldas empujaba la silla de ruedas.
Según informó el medio Page Six, Pitt había acudido al centro hospitalario para acudir a una cita con el dentista. «No es nada», «trabajo de dentista», dijeron fuentes a la citada publicación.
Ahora hemos sabido que el actor se ha sometido a una operación para quitarle las muelas del juicio y este ha sido el motivo por el que Brad abandonó el centro de ese modo.
Tal vez la anestesia, que depende del caso puede ser general, y los protocolos del centro médico en cuestión le hayan obligado a salir en silla de ruedas del centro para evitar la responsabilidad en caso de que el paciente tuviera cualquier problema al abandonar las instalaciones por sus propios medios.
