Los tragos amargos de la vida

Los tragos amargos de la vida

Los tragos amargos de la vida

Hugo López Morrobel

La derrota ante Japón de la selección dominicana de béisbol en los juegos olímpicos de Tokio 2020, ha sido uno de los tragos más amargos que he ”saboreado” en mi larga trayectoria como periodista deportivo.

Estoy seguro que esa misma sensación sufre la mayoría de los compatriotas que a lo largo y ancho del mundo siguieron el encuentro.

Es cierto que un juego de pelota “no se acaba hasta que no termina”, frase que hizo popular el carismático Yogui Berra, sin embargo, muchas derrotas como esa, son el producto de una serie increíble de errores de estrategia.

No es posible que si a su cerrador le conectan cuatro o cinco hits consecutivos, se insista en mantenerlo en el montículo, porque esos batazos sólidos por cierto, eran una demostración más que fehaciente de que sus lanzamientos tenían nada o casi nada de efectividad.

El dirigente Héctor Borg, es un conocedor al dedillo de su trabajo, y se supone que sabe perfectamente cuando un pícher, en este caso Jairo Asencio, está tirando “majuilitas”, que no tenía control de sus lanzamientos, además, de que tampoco no ha sido consistente en ese rol, ya que casi siempre se mete en graves problemas.

Sin embargo, dejó que lo masacraran, botando un triunfo que estaba prácticamente en su poder, con ventaja de dos en el noveno, con un out. Borg tendrá sus razones, pero nadie las va a entender.

RADARES.- El deceso ayer de Jhonny Ventura “El Caballo”, sin duda , es uno de los golpes más fulminante que ha recibido el arte popular dominicano en toda su historia. Un artista de los pies a la cabeza. Inigualable. Que lástima.



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