Los sistemas de ARS y AFP siguen indignando al pueblo

Los sistemas de ARS y AFP siguen indignando al pueblo

Los sistemas de ARS y AFP siguen indignando al pueblo

Juan Mercado

El testimomio que realizó el colega Vianco Martínez sobre la penosa situación que atravesó el excompañero Conde Olmos, quien murió por no recibir las atenciones médicas requeridas a tiempo, siendo rebotado, es decir negándoles un tratamiento humano en los centros médicos del gobierno, es para llorar.

Esa situación reitera la evidencia de que el país necesita urgentemente revisar todo lo concerniente a los sistemas Administradoras de Riesgo de Salud (ARS) y las Administradores de Fondo de Pensiones (AFP), que en nada benefician a los dominicanos y son un fiasco.

Los representantes de las ARS y AFP increíblemente son los que ponen las condiciones a los dueños del dinero, que somos todos los trabajadores dominicanos.

Una de las burlas más grandes la constituye que las ARS en el capítulo de las medicinas aprueban a cada trabajador un monto de RD$8,000 al año, pero son para los medicamentos que están en el catálogo que ellas autorizan. Y si los medicamentos que el paciente requiere están disponibles en ese listado, solo tienen que llevarse el 80% y pagar la diferencia. En un sistema sensato funcionaría como el programa “Supérate” que les colocan RD$2,000 a los beneficiarios, quienes pueden gastarlos en los productos que necesiten, excepto en bebidas alcohólicas, lógicamente.

Y si ese sistema es malo para los que estamos en el regimén contributivo, imagínense para los que están en el subsidiado, ya que casi ninguna clínica privada lo recibe y en los hospitales públicos no tienen insumos ni materiales gastables. Así lo acaba de confirmar el doctor Miguel Ángel Geraldino, director del hospital Salvador Gautier, un centro de salud de la Capital, y solhay que pensar en lo que sucede en el interior.

Lo que sucede con las AFPs es peor. Los que las administran son los que ponen las reglas. Se inventaron que los trabajadores que llegaron con menos de 45 años al 2003 no tienen derecho a retirar todos sus fondos y que tendrán que recibirlos en cuotas.

Lo que debería ser, es que el beneficiario sea, quien deba decidir qué hacer con su dinero, si lo retira o lo recibe en cuotas.