SANTO DOMINGO.-Una amiga le dice a la otra que le realizaron una adominosplastia, y que además eso no duele, que el proceso de recuperación es rápido.
Esta última le dijo a otra lo que le habían hecho a la amiga, y que estaba “muñeca”, así que ambas decidieron contactar al centro y al médico en la República Dominicana, donde posteriomente le hicieron un levantamiento en los senos, a otra fueron los glúteos, liposucción, parpados y otros procesos más.
En fin, esta cadena es larga, por tal razón solo citamos algunos casos. Todas ellas, además de ser amigas y o conocidas tienen en común que residen en los Estados Unidos, y aprovecharon la devolución de sus impuestos para darse algunos toques estéticos en su figura con el dinero reembolsado.
De los casos citados, y del cual fuimos testigos de al menos dos, el costo de los procedimientos ronda entre US$3,000 y US$4,000, que calculados a la tasa actual es una inversión de cerca de los 200 mil pesos solo en el procedimiento.
Esto no abarca ni su estadía en el país ni los medicamentos que deben consumir durante la cirugía, después de esta, las terapias complementarias que necesiten y en caso de requerir algún tipo de fajas o medias de compresión elástica.
Lo preocupante de esto es cómo la promoción “boca a boca”, entre las damas, es que la información llega a medias y para empeorar la situación, a la hora de la entrevista inicial con el cirujano algunas optan por ocultar datos de su condición de salud, con el objetivo de calificar a la evaluación médica y lograr que les practiquen la cirugía.
Se ponen en riesgo
Esta acción por parte de aquellos que optan por entrar al quirófano pone en riesgo su vida y arrastra implícitamente con la responsabilidad del galeno que realiza el proceso, ya que puede ser acusado de mala práctica médica en el caso hipotético de que esta falleciera.
Al consultar a los cirujanos plásticos Otoniel Díaz y Severo Mercedes Acosta, por separado, sobre como los pacientes ocultan información de su estado de salud, ambos concuerdan en que con frecuencia dicen no padecer de nada.
El expresidente de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (Sodocipre), Otoniel Díaz, explica la importancia de responder con honestidad las preguntas que realiza el facultativo de la salud, debido a que “en ocasiones personas utilizan drogas narcóticas y no lo informan, o aun peor, ante el cuestionamiento lo niegan, desconociendo que la interacción con algunos medicamentos y anestésicos podría provocar efectos adversos para su organismo durante o después del procedimiento quirúrgico”.
La preevaluación
El especialista puntualiza que la consulta prequirúrgica es fundamental para prevenir complicaciones durante todo el proceso, y que el éxito de la misma resulta de la combinación de un paciente transparente y honesto que comunica todo su historial clínico sin temor a que por sus antecedentes o condiciones de salud no califique para el procedimiento quirúrgico deseado y de un especialista que aplica todo el rigor científico y protocolo médico en su evaluación.
El jefe de Servicio del Departamento de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética del Hospital Dr. Salvador B. Gautier (IDSS), Severo Mercedes Acosta, cita que expresiones como, “estoy sana”, “no sufro de nada” o “no tengo ningún problema de salud”, son las que más se escuchan decir con frecuencia por parte de pacientes.
“El no dar información importante de salud al doctor puede afectar a ambas partes y también el tomar una decisión final que beneficie a la persona. Con una buena relación médico-paciente hay un alto porcentaje de identificar mentiras, pero siempre pueden escapar detalles”, puntuliza Severo.
Recomendación a estos pacientes
Todo aquel que tenga en sus planes someterse a una cirugía plástica debe comunicar a su cirujano todo lo concerniente a sus antecedentes médicos, como hipertensión arterial, asma bronquial, tiroides, diabetes, falcemia y cirugías previas.
Así como los medicamentos que utiliza, por ejemplo los derivados de la aspirina aumentan la posibilidad de sangrado.