Sufro al observar la tristeza, impotencia y futuro incierto, en los haitianos ilegales que deben abandonar el país. Los gobiernos que hemos tenido y algunos empresarios, son responsables de su llegada y de la crisis que enfrentamos. Los empresarios buscan mano de obra barata y los gobiernos los complacen, se la facilitan.
Les presentaron el modelo a seguir, trayéndolos a los ingenios a cortar caña y a trabajar en las líneas del Metro. Prefieren haitianos porque son más económicos.
La mayoría son ilegales, se adaptan a cualquier situación, buscan sobrevivir. Les pagan salarios bajos, sin seguro médico, pues no pueden reclamar.
Los utilizan básicamente, en actividades agropecuarias, de la construcción, turísticas. Han desplazado a los dominicanos.
Por razones políticas y económicas, los gobiernos facilitan la acción de los empresarios, aun poniendo en juego la soberanía y la paz en la isla. No ponen controles efectivos en la frontera y no castigan ni multan a los que contratan ilegales. Por esos motivos, el costoso Plan de Regularización no logrará su propósito.
No es cuestión de solamente documentar los que lleguen ilegales, es evitar que entren al país. Para que sea exitoso, lo primero es controlar la frontera, tapar sus huecos, designar personal confiable, insobornable, en sus entradas oficiales y en el Consulado.
Ayudaría un muro de concreto en la frontera, que dificulte el ingreso a nuestro territorio. Es sellando las entradas fáciles, donde debieron invertir los primeros miles de millones.
No es cuestión de usar nuestro dinero para asustar, “allantar” o desviar temas. El caso es serio. No es para demagogia.
Duele ver los haitianos deambulando, vejados en el país. Son seres humanos. Ayudémoslos a ser felices en su territorio. Los empresarios que los prefieran en vez de dar trabajo a sus conciudadanos dominicanos, deben ir al corazón de Haití a hacer sus inversiones ¡Y hasta pueden cambiar su nacionalidad!
¿Por qué el Estado que dice cuidar tanto la soberanía no se ha interesado en construir el inevitable e imprescindible muro fronterizo? ¡No quiere obstáculos para los empresarios! ¿Por qué los empresarios han corrido a establecer naves industriales en la frontera? ¡No quieren muro! La prioridad del Gobierno debe ser cuidar la soberanía, no en teoría sino en la práctica. No tirarse en sus hombros la carga de Haití, no complacer empresarios.
En la filtración de mano de obra ilegal están las raíces de los males. Los hombres de negocios lo saben, pero la prefieren. De ahí que se adelantan a tomar medidas que alejen la idea de controles efectivos.
Ahora los vemos, empeñados en demostrar que ayudan a documentar haitianos.
No sorprendería que pidan al Ministerio de Trabajo que legalice su práctica de contratar más haitianos que dominicanos o que les amplíe el margen. Como temen al muro, establecen naves industriales. ¿A quienes convencen que es para ayudar al desarrollo fronterizo?
¡Buena suerte, señores empresarios!, sigan pensando en sus negocios. Aprovechen los gobiernos que olvidan los pobres y ayudan los ricos. Instalen empresas en la frontera con sus colegas haitianos. ¡Magnifico paso para unir la isla! Organismos internacionales los apoyarán. ¡Éxitos! Produzcan mucho y sean felices, pero cuídense.
La ambición rompe el saco y nuestro pueblo necesitado de trabajo, aunque callado,… los observa.
Les sugiero que se detengan e inviten al Gobierno a reflexionar juntos, sobre las señales de los malos entendidos internacionales a causa de los haitianos.
Piensen en la ingratitud, la carga ajena, las ventajas de utilizar mano de obra dominicana para combatir la miseria de este pueblo, piensen en compartir. Cuiden la soberanía, y sobre todo ¡eviten la ira divina! , y ¿por qué no?,la del pueblo dominicano.