Santo Domingo.–Los atrasos en los registros sanitarios, nuevas solicitudes y otros permisos que están en la Dirección de Drogas y Farmacias datan hasta del año 2009.
Organismos del país y del extranjero perciben un cambio por la reingeniería interna que sufre esa dependencia del Ministerio de Salud Pública, aunque no todos los sectores criollos opinan igual.
La Industria Farmacéutica Dominicana (Infadomi) interpuso una intimación formal ante el Tribunal Superior Administrativo a fin de que el Ministerio de Salud expida más de 2000 registros sanitarios que no han sido aprobados.
En algunos casos son renovaciones, en otros son solicitudes que esperan respuesta desde 2009. El tiempo estipulado para procesar una solicitud es de tres meses, según los reglamentos internos de la entidad, sin embargo en la operatividad no es así.
La Dirección General de Drogas y Farmacias es la instancia administrativa de carácter técnico-legal encargada de promover las propuestas regulatorias y de política farmacéutica nacionaln en las materias relativas a medicamentos de uso humano y establecimientos farmacéuticos
Pide paciencia
Rodolfo Núñez fue designado recientemente como director de Drogas y Farmacias. Al cuestionársele sobre la situación de esa dirección no deja de reconocer los retrasos que hasta la fecha tienen. Según explica, estos obedecen a mecanismos que necesitaban mejorarse y que ya están trabajando en ello.
“Sobre todo el mecanismo que tiene que ver con la plataforma informática, en la cual están realizando una serie de reajustes que buscan garantizar más velocidad en la Ventanilla Única. Ahí se realizan más de mil trámites mensuales.
Eso significa una presencia en la ventanilla para atender a un usuario, pero para darles respuesta, a los nuevos y viejos usuarios, se necesita conectarse al sistema de registro y es ahí donde teníamos graves inconvenientes”, cuenta. A esa mejora también se le agregan los cambios en los recurso humanos que se necesitan.
El retraso en los expedientes es grande y todavía no se le ha podido dar respuesta a la totalidad.
Núñez narra que hasta el año 2013 tienen retrasados unos tres mil sin entregar.
Aunque existen otros que no son registros sanitarios, sino otros tipos de certificaciones.
El funcionario destaca que la ley de Salud establece que los registros sanitarios deben entregarse a los 90 días. Considera que es tiempo suficiente, “no pretendemos extender o acortar ese plazo. En otros países son seis meses, en naciones con mejor plataforma lo hacen en menos tiempo”.
Otro problema que presenta y que está en vía de solucionarse es que todos los productos tienen que ir al Laboratorio Nacional de Salud Pública “Dr. Defilló”, para realizarles los análisis correspondientes.
Esa dirección espera que para este mes el laboratorio les entregue la totalidad de las analísticas que están atrasadas hasta el año 2013. Dentro de estas existe un buen grupo que pertenece a los registros nuevos, cerca del 30 al 40 por ciento son nuevos.
Aún sin cumplir los dos meses en el puesto, el excatedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo dice que tiene listos mil 122 registros, que una vez se impriman pasan por un control de calidad.
Rodolfo Núñez pide un poco de paciencia al sector, porque su trabajo no puede ser exclusivo de imprimir un registro para entregarlo.
“Si volvemos a eso dentro de tres meses estaremos rezagados”, afirma.
El experto en la materia indica que en los últimos 14 años se ha dedicado hacer gestor de proyectos.
El galeno ha trabajado para los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo, entre otros proyectos ligado al sector salud. Además de la Comisión Ejecutiva para la Reforma del Sector Salud.
“Largo y tortuoso”
Rodolfo Lambour, director ejecutivo de la Federación Centroamericana de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma), precisa que todos los esfuerzos que se hagan para mejorar la eficiencia del proceso de registro sanitario en la República Dominicana son bienvenidos.
“El actual proceso es sumamente largo y tortuoso y los registros para productos nuevos tardan en promedio alrededor de dos años”, dice Lambour.
Esto implica, de acuerdo al presidente del organismo internacional, una entrada tardía al mercado de productos innovadores que “son necesarios para la población”.