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SANTO DOMINGO.-Por el vínculo estrecho que existe entre Dios y la naturaleza, antes de crear al hombre en la tierra le hizo un jardín o paraíso, caracterizado por la diversidad y el colorido de plantas y flores.
De ahí que la Semana Santa, temporada en que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, es más que ideal para reflexionar sobre la necesidad del hombre preservar los espacios naturales y estar en armonía y comunicación con Dios por medio del disfrute pleno y la contemplación de las cosas creadas.
