Los políticos británicos arropan a May tras el ataque de Trump

Los políticos británicos arropan a May tras el ataque de Trump

Los políticos británicos arropan a May tras el ataque de Trump

Donald Trump recriminó a la primera ministra británica, Theresa May, su estrategia de “brexit”.

Londres.- Diputados británicos de todos los partidos criticaron hoy el ataque del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la primera ministra británica, Theresa May, a quien recriminó su estrategia de “brexit”, entre otras cosas, en una entrevista publicada en “The Sun».

La portavoz laborista de Exteriores, Emily Thornberry, dijo que Trump, que se encuentra de visita oficial en el Reino Unido, fue “extraordinariamente grosero” por “comportarse así con su anfitriona».

«¿No le enseñó nada su madre? No es manera de comportarse”, declaró la política de la oposición en el programa Good Morning de ITV, donde cargó además contra la sugerencia del líder republicano de que el dimisionario ministro británico Boris Johnson, rival de May, sería “un gran primer ministro».

Thornberry advirtió no obstante de que la dirigente conservadora debería “plantarle cara”, y opinó que “está dejando mal al país al no hacerlo».

En la red social de Twitter, numerosos diputados se solidarizaron con May y con otros blancos de los ataques de Trump, como el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, de origen pakistaní, de quien dijo que “está haciendo muy mal trabajo” en materia de terrorismo.

La conservadora Sarah Wallaston calificó de “repulsiva” la entrevista en “The Sun” y dijo que el presidente “está decidido a insultar a May”, para añadir que, si este es el precio a pagar por un acuerdo con EEUU, “no vale la pena».

La laborista Anna Turley señaló que Trump “es una racista y no tiene respeto” por este país, y se preguntó por qué se ha permitido que él y su esposa Melania se reúnan esta tarde con la reina Isabel II, el mayor honor diplomático.   Rupa Huq, del mismo partido, tildó de “horrible” el ataque a Khan, que consideró un ejemplo de “islamofobia».

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, ha subrayado hoy que “al presidente le cae muy bien la primera ministra y la respeta mucho”, y señaló como prueba una línea de la entrevista donde afirma que “es muy buena persona».

En la entrevista con “The Sun” -propiedad del magnate Rupert Murdoch, dueño de 21st Century Fox-, Trump avisa de que el “brexit» o salida británica de la Unión Europea (UE) suave que propone May, con un mercado común de bienes, “matará” un posible futuro acuerdo con EEUU, pues en esas circunstancias Washington tendría que negociar con Bruselas.

Trump sostuvo que le había dicho a la “señora May” cómo hacer un trato con la UE pero “ella no estuvo de acuerdo, no me escuchó”, y quiso ir “por una ruta diferente».

Estas declaraciones caen como un jarro de agua fría sobre Theresa May, que trata de mantener la unidad de su Gobierno y del Partido Conservador tras la dimisión de dos ministros partidarios de un “brexit” duro.

En el programa de la BBC “This Week”, el veterano presentador Andrew Neil aventuró que el polémico artículo en “The Sun” “tiene la mano” del ex líder del eurófobo partido británico UKIP Nigel Farage, que por su parte admitió haber tenido “una charla de vez en cuando» con el equipo del estadounidense.

Trump y su esposa Melania inician hoy su segundo día de visita al Reino Unido, tras haber sido agasajados ayer por May con un banquete en la mansión campestre de Blenheim.

Los dos mandatarios presenciarán esta mañana una demostración militar para reunirse después en la residencia oficial de la jefa del Gobierno en Chequers, tras lo cual habrá una rueda de prensa a partir de las 12.45 GMT.

Mientras tanto, el marido de May, Philip May, acompañará a Melania Trump en una serie de actos en Londres.   Posteriormente, los Trump se desplazarán al castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de la capital, para tomar el té con la reina, a quien el presidente describe en “The Sun” como “una mujer tremenda”, admirada por su ya fallecida madre y su esposa.

La visita de Donald Trump, que pasará el fin de semana en Escocia, está marcada por las numerosas protestas que se celebran en todo el país pero sobre todo en Londres, una ciudad que la pareja ha tratado de evitar en lo posible para eludir el rechazo de la población.