Los perros de la familia Obama no solo comen y duermen

Los perros de la familia Obama no solo comen y duermen

Los perros de la familia Obama no solo comen y duermen

FILE - In this Dec. 14, 2015, file photo, first lady Michelle Obama, sitting Bo Obama, center, and Luna Fera, 11, finishes reading "Twas the Night Before Christmas" to a group of children at the Children's National Health System in Washington. It’s hardly a dog’s life of just eating and sleeping for President Barack Obama’s pets Bo and Sunny. The Portuguese water dogs are popular canine ambassadors for the White House. They’ve become so in demand that they have schedules, like the president. (AP Photo/Susan Walsh, File)

WASHINGTON.— Las mascotas de la familia Obama, Bo y Sunny, difícilmente tienen la vida de un perro común y hacen mucho más que simplemente comer y dormir.

El par de perros de agua portugueses —Bo con su distintivo pecho blanco y patas delanteras del mismo color y Sunny completamente negro— son también los embajadores caninos para la Casa Blanca, tan populares y demandados que incluso tienen horarios.

“Todo el mundo quiere verlos y tomarles fotos”, dijo Michelle Obama.

“Recibí un memorándum a principios de mes con una petición de sus horarios y tengo que aprobar sus presentaciones”. Los perros han entretenido a las multitudes durante todo tipo de ceremonias, como la anual del huevo de Pascua.

Bo ha estado al lado de la señora Obama cuando ella le da la bienvenida a los turistas en el aniversario de la toma de posesión del presidente.

Los perros también han acompañado a la familia en ceremonias de agradecimiento a militares heridos, así como al visitar a niños hospitalizados antes de Navidad.

En una muestra de lo reconocidos que son Bo y Sunny, las autoridades detuvieron en enero a un hombre de North Dakota que dicen que viajó a Washington para tratar de secuestrar a uno de ellos. Bo, ahora de siete años, se unió a la familia Obama en abril de 2009.

Fue un regalo del fallecido senador Edward M. Kennedy, quien fue un partidario clave de la campaña presidencial de Obama en 2008 y quien llegó a ser una amistad cercana de la familia. Bo ayudó para que Obama mantuviera una promesa que le hizo a sus hijas Malia y Sasha de que ellas podrían tener un perro después de la elección.

Sunny, de casi cuatro años, llegó en agosto de 2013. A Bo le gusta acompañar a Dale Haney, el jardinero en jefe de la Casa Blanca. Los jardines de la residencia presencial están catalogados como parque nacional.

“Él sale cada mañana y va a acompañar a Dale… y está con todos los trabajadores del Servicio Nacional de Parques. Allí lo verá, caminando con ellos y mirando las plantas”, dijo la primera dama.

“Creo que él cree que tiene un trabajo porque se lo toma muy en serio. Así que si salgo y lo veo, él parece ignorarme cuando está con sus compañeros de trabajo”.



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