El intento de una pareja de lidiar con el cáncer terminal de su hijo se ha convertido en un nuevo tipo de videojuego «profundo» y «desgarrador».
El día antes del lanzamiento del videojuego, un proyecto que han tardado tres años en completar, Amy y Ryan Green se sentían mal.
«Es un poco surrealista», explica Amy desde su casa en Loveland, Colorado, Estados Unidos.
«Creo que queremos que de verdad esto le importe a la gente normal».
El juego, llamado «That dragon, Cancer» («Ese dragón, Cáncer»), no se parece a ningún otro. Es un viaje digital por el diagnóstico, tratamiento y, finalmente, la muerte de su hijo Joel a la edad de cinco años, de una forma agresiva y rara de tumor cerebral.
La fecha de lanzamiento coincide con el que habría sido el séptimo cumpleaños de Joel.
Es una forma de honrar su memoria, y también marca el final de un proyecto que se convirtió en una manera de canalizar el dolor de la pareja.
«Tras la muerte de Joel, seguimos haciendo lo que estábamos haciendo antes de su muerte», dice Amy.
«Ahora, de cara a los próximos días, nos preguntamos cómo va a ser la vida sin este proyecto apasionado en el que hemos trabajando tan duramente».
Cuando los Greens empezaron el proyecto en 2012, no sabían que Joel se iba a morir.
El juego podía haber contado la historia de un «milagro» médico.
Cuando Ryan empezó a trabajar en él, Joel había sobrevivido más años de lo que sus médicos inicialmente creyeron posible.
La idea surgió tras una noche especialmente traumática en el hospital. Joel estaba deshidratado pero tan enfermo por la quimioterapia que no podía retener los líquidos.
Ryan dice que lo intentó todo para aliviar a Joel, pero nada funcionaba. A medida que sus gritos se hacían más fuertes, Ryan se dejó caer sobre una silla y empezó a rezar.
De pronto, los llantos pararon.
«Quería compartir ese momento en el que a veces nos sentimos desesperanzados, pero se produce una bendición», explica Ryan.
«Mantener la esperanza»
Ryan, un programador de computadoras experimentado, se volcó en el medio que mejor conoce: los videojuegos.
Empezó a conceptualizar un juego que documentaría la lucha de su familia.
Dibujó una versión abstracta de sí mismo en una oscura unidad de cuidados intensivos.
Joel es un llanto incorpóreo -los Greens no querían mostrarlo sufriendo- pero el jugador entiende a través de la narración que Ryan está intentando calmar a Joel, dándole de jugo de manzana, meciéndolo.
Al final, el jugador no puede hacer nada para calmar a Joel, hasta que Ryan empieza a rezar.
Ryan se dio cuenta de que lo que estaba haciendo podía ser importante cuando llevó la escena de la habitación de hospital a una conferencia de jugadores en San Franscisco, en 2013.
Los encargados de probar los juegos acabaron llorando.
«Todos nos encontraremos con esto, si no lo hemos hecho ya», escribió una conocida bloguera de tecnología que dijo que la escena le recordaba la batalla de su propia madre con el cáncer.
El juego contiene audio real de Joel riendo.
«Hemos tenido que revaluar la historia que estábamos contando», dice Amy. «Decidimos mostrar cómo era querer a Joel».
«Joel no tuvo tiempo de tener un impacto», dice Ryan. «Podemos mostrarle al mundo cuán importante Joel fue para nosotros. Quererle y perderlo fue la parte más enriquecedora de nuestra vida hasta ahora».
No todo el mundo ha sido admirador del concepto. Los Greens dicen que han sido acusados de autoindulgencia, de ser mórbidos o sensibleros.
«Nuestro objetivo es no herir a nadie», dice Ryan. «Esperamos que la gente lo experimente y sienta que añadió algo a su vida».
Aunque el juego ha tenido un recibimiento favorable de la prensa y los críticos, los Greens dicen que su recompensa real llegará de los fans después del lanzamiento.
Ya han estado en contacto con muchos otros que han perdido a un hijo o a un familiar a causa del cáncer, y esperan que el juego resuene con familias como las suyas.
«La idea fue sólo compartir algo, un momento que creo que cualquier padre puede compartir», dice Ryan. «La vida no es sólo una cosa. No son sólo las victorias, sino también lo amargo y lo dulce».