Los Padres necesitan que el dominicano Manny Machado se caliente de nuevo, a partir de hoy, cuando comienzan la serie de comodín frente a los Cachorros de Chicago.
Después de una mala racha en los últimos meses, los Padres necesitan desesperadamente que el bate de Machado se caliente otra vez.
Machado cerró su temporada regular de 2025 con una de las rachas más frías de su etapa con los Padres. El momento no podría ser peor. En lugar de afinar su swing de cara a los playoffs, Machado se vio fuera de ritmo, sin ritmo y, lo más preocupante, sin respuestas.
Lo que hace que esta mala racha sea aún más impactante es su buen desempeño a principios de año. Durante la primera mitad, Machado se ubicó entre los 25 mejores bateadores del béisbol tanto en fWAR como en wRC+, anclando una alineación de los Padres que a menudo dependía de él en momentos críticos.
Tan recientemente como en julio, registró un wRC+ de 176, su mejor mes de la temporada y un recordatorio de lo peligroso que puede ser cuando está concentrado.
El declive se remonta a principios de agosto. En sus últimos 50 juegos para cerrar la temporada regular, tuvo un promedio de bateo de .215 con un OPS de .629. Nada ideal. Y este mes, lo cerró peor, con un promedio de bateo de .207.
Los Padres ya no pueden darse el lujo de ser pacientes con Machado. Su capitán parece perdido en el plato. Pero después de irse de 2-2 con un jonrón en el último partido de la temporada regular el domingo, quizás eso sea justo lo que necesitaba para encenderse antes de que el equipo inicie su partido de comodín contra los Cachorros el martes.
¿Con qué está luchando Machado?
Los números no han sido favorables. Antes del partido del domingo, bateaba solo .150 contra rectas y .161 contra lanzamientos rompientes en septiembre. El contacto que hacía tampoco era muy fuerte: su velocidad de salida promedio ha bajado 5.1 mph contra rectas y 4.4 mph contra lanzamientos rompientes desde agosto.
Para un bateador que siempre se ha enorgullecido de castigar los errores, esas caídas indican un swing que simplemente no está ahí.
Aún más alarmante es su tasa de swings fallidos. Contra rectas en la zona de strike este mes, Machado se está ponchando el 29.1% de las veces. Eso significa que casi uno de cada tres lanzamientos sobre el plato (lanzamientos bateables de alta calidad) no conecta.
Otro factor podría ser el desgaste. Machado ha acumulado más de 8,000 apariciones al plato en su carrera y comenzó esta temporada con poco menos de 1,900 partidos jugados. A sus 33 años, es natural preguntarse si la fatiga influye en su mala racha al final de la temporada.
Su porcentaje de golpes fuertes ha disminuido 21.9 puntos desde julio, y su velocidad de sprint está en su nivel más bajo desde que Statcast comenzó a registrarla en 2015, un indicador de que sus piernas podrían no estar tan bien como antes.
Si bien el descanso sería la solución ideal para alguien que muestra signos de dificultad, los Padres no podían permitírselo con la naturaleza irregular de su temporada. Jugar con esos días de baja le ha estado pasando factura a Machado.
En cualquier caso, para alguien que ha sido el corazón de esta alineación durante años, es preocupante ver esto justo antes del inicio de la postemporada.
Posibles Cambios
Desafortunadamente, Machado no tiene el lujo de un mes para retocar y encontrar su ritmo; necesita volver a ser él mismo ahora mismo.
La clave está en una cosa: batear la recta. A estas alturas de la temporada, las mejoras mecánicas no son realistas, pero un ajuste en el enfoque podría marcar la diferencia.
Por ejemplo, podría considerar deslizarse más hacia la caja o hacer trampa con el lanzamiento con más frecuencia. Las cifras sugieren que se necesita un cambio.
En septiembre, Machado está bateando rectas con solo un 15.4%, su tasa más baja del año. Sin embargo, contra lanzamientos lentos, está brillando, bateando .400 con una asombrosa tasa de bateo fuerte del 88.9%.
