Puerto Plata y Nagua.-Familias que viven en zonas vulnerables en las provincias María Trinidad Sánchez y Puerto Plata fueron sacadas de sus hogares, pese a su resistencia, por la advertencia del paso del huracán Irma por el país, mientras decenas de familias fueron ubicadas en albergues.
La Defensa Civil, junto a miembros de la Armada dominicana, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional sacó de sus hogares a decenas de familias residentes en barrios vulnerables de la provincia de Puerto Plata que se resistían a abandonar sus casas.
El operativo de evacuación obligatoria inició a partir de las siete de la noche. Entre los barrios intervenidos están: Playa Oeste, La Playita, Las Mercedes, Antigua Vía Férrea, Nuevo Amanecer (Aguas Negras) y El Javillar.
También Los Rieles y San Antonio, del sector San Marcos (ubicados a orillas del río San Marcos). Otros sectores intervenidos fueron: La Uva, donde ocurren deslizamientos de tierra, y la Loma de la Bestia, ubicada en la parte alta y expuesto a los fuertes vientos.
Los agentes de los cuerpos castrenses citados recorrieron a pie los callejones de los distintos barrios para obligar a las personas a que salieran de sus casas. Sin embargo, encontraron alguna resistencia de lugareños quienes desafiaron a las autoridades y optaron por quedarse en sus viviendas.
Mientras que otros prometieron movilizarse a residencias de amigos y familiares para estar seguros, luego de resguardar sus ajuares.
Los albergues
Tras un recorrido por los albergues en la “Novia del Atlantico” reporteros de EL DÍA constataron que la Defensa Civil trabaja de manera ordenada, registrando a todo aquel que llega buscando protección y un lugar donde pernotar.
Ancianos, niños y adultos eran recibidos y registrados por voluntarios de este organismo de socorro y luego trasladados, según el censo que controlan, a los lugares preparados en escuelas públicas.
W´sscar García, director provincial de la Defensa Civil, confirmó que ayer terminaron de recibir los planteles educativos que funcionan como albergue. Los socorristas dan prioridad a los adultos mayores y personas con alguna condición especial.
Muchas de las personas llegan a esos espacios con frazadas en mano para proteger su familia.
Por voluntad propia
Desde tempranas horas de ayer decenas de puertoplateños que residen en zonas vulnerables abandonaron sus hogares y se refugiaron en casas de familiares o amigos.
Previo a dejar sus casas, empacaron y acomodaron sus enseres para reducir los daños antes de posibles inundaciones.
Altagracia García fue una de las mujeres que desde las primeras horas de la tarde recogieron su casa, criticando a las autoridades por considerar que no actuaron con rapidez para prevenir el impacto del huracán Irma.
Los moradores del barrio Nuevo Amanecer denunciaron que el Ayuntamiento municipal no realizó una jornada de limpieza para evitar que el cúmulo de basura que arrastre el río San Marcos provoque se inunde más esa comunidad.
Mujeres con niños
En Nagua, mujeres con niños recién nacidos en brazos o amamantándolos es una de las escenas que más se repiten al recorrer los diversos albergues que se encuentran habilitados en esta localidad. Aunque no han sido provistos de colchones las féminas se las han ingeniado
Familias en los albergues
Preparados para lo peor, alrededor de mil personas de la provincia María Trinidad Sánchez se concentraron en los albergues oficiales dispuestos por las autoridades como forma de mitigar los efectos del huracán Irma que se prevé ocurran durante este día.
Familias completas con sus bebés en manos permanecen en escuelas y otros centros habilitados.
Alrededor del 60 % de los que se encontraban en albergues eran niños, entre ellos recién nacidos.
“Nos hemos preparado para las eventualidades que se esperan producto de este potente huracán”, dijo anoche el gobernador de esta demarcación, Nápoles Jiminián.
Aún así muchas de las familias que acudieron a los albergues al cierre de esta edición no se les había provisto de colchones.
Pese a los llamados de alerta en las zonas más vulnerables decenas de personas prefirieron quedarse en sus hogares por temor a que les roben sus pertenencias.
”Aquí tenemos unas 66 familias y sigue llegando más gente”, explicó Isaura de la Cruz, representante de la Cruz Roja.