Bloomberg.-En una ceremonia en la residencia presidencial de Los Pinos en México, el director general de BMW Harald Krüger se comprometió a gastar US$1.000 millones en construir una fábrica en San Luis Potosí, al norte de México, que daría empleo a 1.500 trabajadores.
Para conmemorar la ocasión, regaló al presidente Enrique Peña Nieto un modelo de un automóvil de carreras plateado de BMW.
El fabricante alemán de automóviles había abierto su propio regalo dos días antes: un contrato laboral firmado por un representante del capítulo estatal de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la confederación sindical más grande del país, avalado por un funcionario de la Secretaría del Trabajo.
El documento, visto por Bloomberg, establece un salario inicial de US$1.10 por hora y un salario máximo de US$2.53 para trabajadores de la línea de ensamblado.
La tarifa inicial es sólo un poco más de la mitad de los 2.04 dólares la hora que es el promedio que se paga en las plantas automovilísticas mexicanas, dice Alex Covarrubias, profesor de la Universidad de Sonora en Hermosillo.