Solo ataviado de un subgénero que se ha vuelto tan tópico como el de los zombis, se estrena una película de Jim Jarmusch en la RD de 2019.
El cine de este nativo de Akron, Ohio, se especializa en retratar con alquimia visual y paciente el profundo vacío de las vidas cuando nada pasa. Su estilo, con más residencia en oriente, no tiene nada que ver con la prisa hollywoodense. Por eso, me intrigaba mucho saber qué haría Jim con un importante reparto y un presupuesto más abultado respecto a su clásica modestia que tanta libertad le da a sus ideas. El resultado es positivo, pero con ciertos reparos.
“The Dead Don’t Die” se respalda en alienígenas, hipsters, reaccionarios trumpistas y policías. Todo marcado por su tono humorístico muy negro, sustentado en la contención de emociones de sus personajes. El director muestra su opinión en el carácter de Tom Waits, quien encarna a un ermitaño que habita en el bosque y mira desde su atalaya la vida absurda del pueblo de Centerville, lugar de los hechos.
Hay que decirlo: este filme es para fans de Jarmusch. Vive de constante autorreferencia y, por supuesto, alude a los clichés más visibles del zombiemundo cinéfilo, y los discursos recurrentes del autor.
Sin embargo, para quien suscribe, es el filme que está más peldaños por debajo de su carrera y esto obedece principalmente a su planteamiento compositivo: totalmente convencional en cuanto a su portento visual acostumbrado. Diría que casi decepcionante. En su crítica a esta era que entiende sobreinformada, superficial, que pone en riesgo la cultura, podemos colegir. Empero, sorprende la irreconocible falta de sutileza en su epílogo (el parlamento del personaje de Bob el ermitaño, me hace preferir al Jim Jarmusch crítico que al militante. En esas lides se manejan con mayor credibilidad realizadores como Spike Lee).
Llámenle autocomplacencia, pero la hilarante colusión de culturas, la rutina humorística en la triple entrada a la cafetería: «parece obra de un animal salvaje. O de varios” o la divertida ruptura de la cuarta pared, salvaguardan a un autor que, en su ejercicio más irregular, puede ser mejor que cualquier establecido en el mercado de las mentiras.
LOS MUERTOS NO MUEREN
Dirección: Jim Jarmusch.
Intérpretes: Bill Murray, Adam Driver, Tilda Swinton, Chloë Sevigny.
Género: comedia. EE UU, 2019.
Duración: 103 minutos.