BOGOTÁ, COLOMBIA.-A los ocho años debutó como diabético y desde ese entonces era dependiente de la insulina, narra el odontólogo y creador de la Fundación Retorno Vital en Colombia, Jorge García.
Señala que entre las consecuencias de esta condición, a mediano o largo plazo, están los daños de tejidos vitales, como el riñón, a veces se afecta la vista, problemas cardiovasculares, neurológicos o empiezan a presentar una serie de comorbilidades que están asociadas a esta enfermedad, como en su caso, que tuvo que ser trasplantado de un riñón hace 15 años.
Precisa que la tasa de donación tiene muchos altibajos en Colombia y es precisamente por “el tema del mito ciudadano y las noticias sin fundamento”.
A modo de ejemplo manifiesta que cuando se lee un titular que dice se encontraron unos niños desaparecidos y sin órganos, “eso no tiene ningún tipo de fundamento médico científico”.
Nada sencillo
“Lo primero que las personas deben comprender, añade él hombre de 48 años, es que extraer un órgano no es tan sencillo, porque lo más complicado del proceso del trasplante es poder mantener vital y vivo ese órgano. No es que llego, extraigo un órgano lo meto en una nevera y lo llevo para cualquier parte del país, pues así no es”.
García destaca que una de las condiciones para que un trasplante dure en el tiempo es el manejo que se le da a ese tejido al momento de la extracción hasta la implantación.
El especialista fue entrevistado luego de su participación en la conferencia Ispor América Latina 2019, desarrollada en el Centro de Convenciones, Bogotá, Colombia, durante el taller educativo sobre economía de la salud, valor de la innovación y medicina personalizada, auspiciado por laboratorios Roche, donde le tocó hablar de cómo involucrar a los pacientes en la toma de decisiones en salud.
En 2018, en Colombia se re gistraron 398 donantes, según el informe del Instituto Nacional de Salud de esa nación y se realizaron mil trasplantes; su lista de espera es de 2,700, pero el galeno no pierde la esperanza de que puedan cambiar esta situación. Ante este panorama García invita a los gobiernos de la región, la sociedad civil, organizaciones y asociaciones de pacientes a defender la donación de órganos.
Más unidos
García recomendó a aquellos que están a la espera de recibir un órgano, a unirse para hacer que se cumplan las leyes, “estas son letras en un papel que se ven hermosas, pero si no las hacemos cumplir no sirven de nada”.
Hace menos de dos años en Colombia se promulgó la Ley 1805 y se estableció que todos los colombianos son donantes de órganos y tejidos a menos que expresen lo contrario en vida.
Deseo de donar
—Hablar con la familia
El director del Incort, doctor Fernando Morales Billini, resaltó la importancia de que cada persona que sienta el deseo de donar “hable con su familia y eduque a sus seres queridos sobre su deseo de donar sus órganos al morir”.