Santo Domingo.-“El tema de las diferencias de género no es novedad, los mitos más comunes tienen que ver con los estereotipos, con el rosado para las niñas y el celeste para los niños. Estas cosas las hacen las niñas, estas cosas las hacen los niños.
Creo que el abordarlos con los hijos para que puedan experimentar un sinfín de cosas masculinas y femeninas es clave para que encuentren los rasgos de uno o de otro”.
Así lo afirma la sicóloga y escritora chilena Pilar Sordo al referirse al rol de los padres ante las conductas que definen a hombres y mujeres y su papel en la sociedad.
Identidad de género
Sordo agrega: “Todos los mitos tienen que ver con esta rigidez o estereotipos que definen ciertas cosas para hombres y para mujeres, sin entender que no es lo mismo hablar de sexo que de género y por lo tanto desde ahí, la identidad de género, la búsqueda de la identidad sexual como condición sexual y todos esos elementos tienen que ver con encontrar lo femenino y lo masculino entre nosotros mismos”.
La experta en temas de equidad destaca que el asunto de la diferencia de género es importante, porque adecua expectativas y hace conocer lo femenino y lo masculino.
Las grandes diferencias
Indica: “Creo que en eso todo lo que he estudiado sobre el tema es súper aportador al mostrarme esas diferencias y uno poderlo aplicar en el diario vivir en todo, en la relación con los hijos, en la relación dentro de las organizaciones laborales y en todo lo que se necesita para poder complementarnos ”.
La escritora, quien realizó una investigación por cuatro años sobre la diferencia de género que la llevó a escribir su exitoso libro “¡Viva la diferencia!”, expresó que en su consulta clínica notaba la forma tan diferente de afrontar los problemas y la vida entre mujeres y hombres.
Esbozó: “Las mujeres nunca hablan de sí mismas, siempre lo hacen de las personas que las rodean y son ellas las responsables de sus problemas y, casi siempre, hay una habitual queja o descontento con todo”.
Los hombres, por su parte, hablan de forma directa de sí mismos y con mayor claridad de sus necesidades.
Concluyó que la mujer está diseñada para retener todo, biológica, psicológica y emocionalmente, que además tiene que ver con la función de crear unnido.
Las mujeres tienen una estupenda memoria emocional; no recuerdan los malos y los buenos momentos, los reviven.
Los hombres, por su parte, están diseñados para avanzar por la vida, no retienen: viven y olvidan, por tanto no se sienten culpables de nada, explicó.