Madrid.- Algunas personas sanas tienen células inmunitarias que son capaces de reconocer al SARS-Cov-2 y el motivo podría encontrarse en infecciones previas con otros coronavirus como el del «resfriado común», aunque esta posible reactividad cruzada debe aún estudiarse en profundidad.
La revista Nature ha publicado un estudio en el que se ha observado que individuos que no han pasado la COVID-19 tienen un tipo de linfocitos T (encargados de localizar la célula infectada y destruirla) capaces de reconoce al actual coronavirus.
La distinta intensidad de los síntomas que desarrollan las personas debido a la COVID-19 es objeto de una intensa investigación por parte de los científicos y la respuesta puede deberse a diversos factores.
Uno de ellos podría ser, según el estudio liderado por investigadores del Hospital Universitario Charité de Berlín y el Instituto Max Planck, «la exposición previa a inofensivos coronavirus del resfriado común».
Los autores señalaron que saber si esta «reactividad cruzada tiene o no un efecto protector en la evolución clínica en individuos con COVID-19» será abordado en un estudio posterior.
El estudio se realizó con 18 pacientes que habían dado positivo en SARS-Cov-2 y 68 personas sanas que nunca habían estado expuestas a ese coronavirus.
Los autores investigaron, en la sangre periférica, los linfocitos T CD4+ reactivos a la proteína S del SARS-CoV-2, que es la que emplea el virus para entrar en las células.
El equipo estimuló la respuesta inmunológica de las células usando pequeños fragmentos sintéticos de la proteína S del coronavirus y probaron si los linfocitos T CD4+ se activaban.
En el 85 % de los enfermos ese fue el caso, «tal y como se esperaba», pues el sistema inmunológico de los pacientes estaba luchando contra el virus, explica Claudia Giesecke-Thiel del Max Planck, en un comunicado.
Pero además, un 35 % de los individuos sanos tenían en su sangre linfocitos CD4+ de memoria, capaces de reconocer fragmentos del SARS-Cov-2.
Los investigadores observaron que esos linfocitos de personas sanas se activaban especialmente ante ciertas secciones de la proteína S que son parecidas a otras halladas en el coronavirus del resfriado común.
Esto «sugiere» que ese tipo de linfocitos T en los individuos sanos reaccionan al SARS-CoV-2 debido a la exposición previa a los coronavirus endémicos del resfriado común, agregó Giesecke-Thiel.
Los efectos que esta reactividad cruzada pudiera tener en una persona previamente sana y afectada por el SARS-CoV-2 no fue objeto del estudio.
Aunque, «en general, es posible que las células T de reacción cruzada tengan un efecto protector, por ejemplo ayudando al sistema inmunológico a acelerar su producción de anticuerpos contra el nuevo virus», explicó el autor principal Leif Erik Sander de la Charité.
En este caso, un reciente resfriado común «probablemente» se traduciría en «síntomas menos severos de COVID-19», pero también es posible que «la inmunidad reactiva cruzada pueda conducir a una respuesta inmunológica mal dirigida y a efectos potencialmente negativos» como puede ocurrir con otras enfermedades como el dengue, agregó el experto.