Uno de los juegos donde sin dudas habrá un ganar-perder para nosotros en nuestras relaciones es la manipulación.
Apostar al histrionismo para lograr los objetivos, deja un mal sabor de boca. Se cree a ciegas en la superioridad y en llevar al otro a su terreno, que muchas veces sin saber se deja llevar y cae en la trampa.
Hay varias maneras de hacerlo: alterar la realidad de los hechos a favor propio; jugar al victimismo y no tomar responsabilidad o esparcir la toxicidad y apropiarse de lo ajeno.
La verdad no permanece oculta mucho tiempo y el creer que la ingenuidad y la pulcritud es lo antinatural, tampoco.
Procuremos en nuestras relaciones ganar-ganar y nos quedará la satisfacción de proceder honestamente, no sea que un día gire la moneda en disfavor.