A Mariano Rajoy le han llovido las críticas por el descalabro de su partido en las elecciones de Cataluña.
El Partido Popular (PP) de Rajoy, ya de por sí débil en la región, pasó de 11 escaños en la anterior legislatura a apenas cuatro.
Su gran rival por el centro-derecha, Ciudadanos, subió en cambio de 25 a 36 escaños, siendo el partido más votado.
Con calificativos como “fiasco” o “derrota”, sus detractores no han dejado de criticar al dirigente conservador, ya que, tras las elecciones del 21 de diciembre los independentistas conservaran su mayoría de 70 escaños en el Parlamento.