Solo en el béisbol, en una campaña tan larga como 162 juegos, un equipo «normal» es capaz de pasear la liga como lo está haciendo los Dodgers cuando ya se ha recorrido el 73 por ciento del camino regular.
Ese equipo tiene 83-34 (.709), cifra escandalosa que lo coloca a ritmo de ganar 115 juegos, uno por debajo de la marca histórica (116) compartida por los Cachorros (1916) y los Marineros (2001). En la casa juegan 49-14 y en la ruta 34-20, lo que quiere decir que los asistentes al Dodgers Stadium, que ya casi llega a los tres millones, han gozado un mundo.
En’la mayoría de los vaticinios nos encontramos que los Dodgers eran dados favoritos para pelear con los Gigantes (46-71), principalmente por la debilidad de la división.
Diamantinas de Arizona (65-52) y los Rockies de Colorado (65-52), ambos a 18 juegos de los Dodgers. La única figura excelsa es Clayton Kersahw (15-2, 2.04), quien otra vez cumple con su rol y se le unió Alex Wood (14-1, 2-37) para totalizar 29-3 entre ambos. Eso sí, lideran el promedio de carreras limpias (3.12) y tienen un impresionante balance a favor de 208 (598-390), y siempre buscan la forma de ganar.