Barak Hussein Obama es un hombre que genera impactos.
Uno de los primeros fue cuando le concedieron el Premio Nobel de la Paz, a menos de nueve meses de haber asumido como Presidente de los EEUU. Nunca la “ academia“ ha explicado muy bien el porqué de esa distinción, difícil de justificar por lo que hizo antes, y quizás mucho más difícil de explicar por lo que ha hecho después.
Uno de los impactos más recientes, en tanto, ha sido el deshielo con La Habana, en el que fue ayudado por el papa Francisco, también un hombre con gran olfato para los titulares y para sumarse a las corrientes correctas y a los relatos en onda.
Esta última decisión tampoco es fácil de desentrañar, aunque pareciera tener algunos fundamentos. Uno de ellos: para qué seguir con una política que por más de medio siglo ha dado cero resultado; hasta hoy nada se ha conseguido en materia de libertades y democratización, EEUU ha perdido imagen y ha hecho el ridículo, mientras Fidel y su hermano lo usaron como excusa para sus fracasos y atropellos.
Con esto del embargo EEUU ha sacrificado credibilidad . Mucho bloqueo, pero el intercambio comercial y el envío de remesas a Cuba superan largamente las cifras con respecto, por ejemplo, a Uruguay, país con el cual los EEUU mantienen y ha mantenido siempre una estupenda relación.
Lo mismo ocurre con lo de la defensa de las libertades y derechos humanos . Es estricta con Cuba, pero la Nicaragua de Ortega es una protegida del Departamento de Estado.
Tampoco pasa nada concreto con la Venezuela chavista, de la que EEUU es principal exportador e importador de productos. Y esto por citar casos de la América Latina tan ignorada por Obama, porque si nos vamos al oriente, cercano y lejano, los ejemplos proliferan.
Pero igual faltan elementos , sin contar los que puedan surgir en el correr del tiempo, para descifrar esta jugada de los Castro y Obama. En Miami no son pocos los empresarios que comenzaron a tomar posición para “operar” en la isla.
Según se dijo “ para ayudar a los cubanos a desarrollar el poder de la libre empresa para mejorar su vida”.
Quizás deberían haber dicho “ para mejorar su consumo”, porque en materia de libertades ya rápidamente el régimen, con el apresamiento de mas de cincuenta pacíficos disidentes, puso los puntos sobre las íes y avisó por donde “ no va la cosa”.
Parecería que en las charlas secretas, ya sea con Obama o con el papa Francisco no se acordó ningún tipo de garantía para los cubanos ni se convino alguna clase de apertura.
Por lo menos algo mínimo: esto es, poder decir algo a micrófono abierto en una plaza publica sin que nadie te censure, te controle o te lleve preso.
Todo hace pensar que en esa materia y en lo que respecta a la isla, los Castro mantienen la batuta. Algo así como lo que ocurrió hace unos años cuando EEUU abrió la posibilidad para que algunos medios de comunicación tuvieran corresponsalías en La Habana, porque el embargo también funcionaba para los estadounidenses y la prensa de los EEUU que no podía instalar oficinas en Cuba, incluso a despecho de la 1.ª Enmienda.
De todas formas quien dispuso qué medios de EEUU podían funcionar en Cuba y cuáles no, fue Fidel. Y así fue aceptado por todos, gobierno y medios.
Por ahora lo único claro es que el régimen cubano tuvo que aflojar un poco al secarse la fuente (de petróleo y otras yerbas) venezolana, y que Obama lo aprovechó para impactar al mundo y al mismo tiempo para apaciguar un poco la prédica “off shore” de los Castro, a la que desde hace tantos años tantos obedecen y se afilian en la región.
El petróleo venezolano fue un buen negocio para Cuba, pero también, como me dijo un opositor nicaragüensel era un buen regulador económico y social, particularmente en Centroamérica y el Caribe y de alguna manera era una tranquilidad para el Departamento de Estado, por lo cual ahora se estarían tomando algunas providencias.