La caída en desgracia de Morant ha sido una de las historias más desafortunadas de los últimos años. Quien fuera considerado una de las futuras estrellas de la liga, ahora es visto como un jugador acabado. Su inmadurez, su retroceso y su falta de disponibilidad han hundido a la franquicia con la misma rapidez con la que su juego espectacular la revitalizó.
Lo que más debería preocupar a Memphis y a sus posibles socios comerciales es que Morant parece no haber aprendido nada mientras arruinaba su propia carrera, demostrando una asombrosa falta de autoconciencia y responsabilidad.
Morant fue suspendido dos veces tras incidentes con armas de fuego en redes sociales y se mostró genuinamente perplejo ante las críticas. Posteriormente, celebró imitando un disparo, gesto que luego reemplazó por otro que simulaba lanzar una granada tras ser advertido sobre el primero. Según se informa, también estuvo descontento la temporada pasada con el nuevo sistema ofensivo de los Grizzlies, que ofrecía menos estructura y menos jugadas de bloqueo y continuación. Ahora, de vuelta en un sistema ofensivo basado en bloqueos, Morant parece estar insatisfecho con los patrones de sustitución del nuevo entrenador, Tuomas Iisalo, y su disposición a señalar sus deficiencias.
La gran cantidad de selecciones del draft que recibieron por Desmond Bane le dio a Memphis la oportunidad de una posible reconstrucción, razón por la cual la reciente suspensión de Morant y su reconocida pérdida de entusiasmo por el baloncesto han alimentado los rumores de traspaso. En circunstancias normales, las perspectivas de una estrella de 26 años con casi tres años de contrato restantes y un salario del 25% del límite salarial serían muy valiosas en el mercado de traspasos. Pero no se espera una guerra de ofertas por esta versión de Morant. Su tiro en suspensión luce peor que nunca, su frecuencia de tiros cerca del aro ha disminuido y su potencial defensivo es limitado. Todo esto explica por qué los Grizzlies están perdiendo cuando Morant está en la cancha por primera vez desde su año de novato.
Lo único de lo que el próximo equipo de Morant puede estar seguro es de que adquirirán a una estrella en decadencia que se niega a creer que algo de lo que sucede sea culpa suya.
