MANILA.-Los filipinos estaban decepcionados, tristes pero sobre todo enfadados por la derrota «injusta», según ellos, de su campeón Manny Pacquiao ante Floyd Mayweather en la «Pelea del siglo» en Las Vegas.
Millones de personas se reunieron en bares atestados, cines o parques esperando ver a «Pac-man» infligir su primera derrota al estadounidense y entrar así en la leyenda.
«Tendría que haber un combate de revancha», decía Willie Mirabuena, funcionario de Manila, apoyando las declaraciones del filipino al término del combate que según él, hubiera «merecido ganar».
Pacquiao estimó que Mayweather no «hizo nada durante los doce asaltos», antes de revelar que subió al ring con un «problema» en el hombro derecho.
Para Romeo Rivera, técnico en un canal de televisión, simplemente le «robaron la victoria» al ‘hijo del país’. El mismísimo presidente filipino Benigno Aquino esperaba antes de la pelea, según un comunicado, que «este combate fuera la coronación de su gloriosa carrera, fuente de orgullo para su familia y para su país».
Tras el combate, el portavoz presidencial Edwin Lacierda minimizó la decepción. «Pacquiao es realmente el campeón del pueblo. Luchó por el respeto y no por los puntos. Se ganó el corazón de todo el mundo», dijo en un comunicado.