Las polémicas y discusiones entre fanáticos sobre atletas sobresalientes en un deporte determinado, seguirán siendo el pan de cada día, ya que cada uno tiene por naturaleza, o en algunos casos guiados por criterios de especialistas, sobre la supremacía de unos sobre otros.
Las controversias en ese sentido son históricas, y nadie da su brazo a torcer, porque es muy difícil, por no decir que imposible, que alguien lo convenza de lo contrario.
En la pelota dominicana, por ejemplo, cada aficionado, dependiendo las simpatías por un equipo o jugador, se han originado controversias que han permanecido con el tiempo.
Todavía, a pesar de lo lejano en tiempo y espacio, se discute sobre quien era mejor en el torneo de invernal dominicano entre los jardineros Manuel Mota y Mateo Rojas Alou, así como los intermedistas Julián Javier y Pedro González.
En el fútbol, para los argentinos, Maradona fue superior a Pelé, sin embargo, para los cariocas es todo lo contrario, esa comparación es ilógica e irracional en términos generales.
En la NBA, las polémicas se han centrado en los últimos años sobre si LeBron James puede compararse con el histórico Michael Jordan.
Ahora que LeBron superó el pasado domingo los 38 mil puntos, y está muy cerca de sobrepasar a la leyenda Kareem Abdul-Jabbar, comienza de nuevo a discutirse sobre si el jugador de los Lakers, ya con 38 años de edad, terminará con cifras muy superiores a Jordan en la mayoría de las estadísticas.
Para convertirse en el mejor anotador de la historia de la NBA, a James apenas le resta anotar 369 puntos, cifra que está proyectado a alcanzar en los próximos dos meses.
Pero aunque LeBron rompa el récord de Abdul-Jabbar y todos los demás, es seguro que los fanáticos de Michael, continuarán con la creencia de que nadie, absolutamente nadie está por encima de él.
Debí comenzar esta columna definiendo lo que es un fanático » que es una persona que defiende una creencia o una opinión con pasión exagerada, siempre sin lógica, sin respetar las creencias y opiniones de los demás, porque sus posiciones son estrictamente dogmáticas”.
RADARES.-Todo indica que el mercado negro es incontrolable para especular abiertamente con el precio de las boletas en los juegos importantes del torneo de béisbol profesional.