Santo Domingo.-Algunos los consumen por moda. Otros por elevar su masculinidad y también por entender que saciará la pasión de la dama que cortejan.
Pero sea por una u otra razón, los hombres consultados se justifican al decir que a veces ingieren estimulantes sexuales para tener más vigor y no miden el peligro a que se exponen.
El riesgo es tan alto que este tipo de productos son los preferidos por los falsificadores por su alta demanda.
Esta afirmación la hace Karina Mena, directora de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (Digemaps).
Mena narra que dentro de los hallazgos de fármacos falsificados “han encontrado históricamente que los estimulantes sexuales son de los preferidos para ser falsificados, porque son de los que mayor volumen de ventas tienen en el mercado”.
Así que recomienda comprar este o cualquier producto farmacéutico en establecimientos que estén habilitados por ellos.
Este fármaco, reiteró la funcionaria, será regulado, y explica que la medida obedece a la preocupación que tiene el Ministerio de Salud por su consumo sin control, además que buscan garantizar la salud de la población.
“Hemos identificado diversos casos que han venido de personas que han consumido indiscriminadamente este tipo de productos combinados con otros y que han afectado significativamente su salud”, relata Mena sin ofrecer muchos detalles de cuántos son los casos.
Precisa que el Ministerio trabaja en un plan para regular la venta de medicamentos, pero que aún no está terminado.
Resaltó que la población puede tener acceso a lo que ellos llaman un listado de venta libre de medicamentos, sin receta, en los cuales se identificaron más de 200 principios activos y en las concentraciones que pueden ser vendidos sin ser indicados por un médico.
En el caso de los estimulantes el Ministerio recomienda que el médico diga quién puede consumirlo.
Mena indica que la decisión permitirá cambiar un poco la cultura de automedicarse que tienen los dominicanos.
La funcionaria sostiene que las personas solamente utilizarán los medicamentos que requieren para “conservar su salud”.
Como si fuera pan
Para adquirir un estimulante sexual usted puede ir a la farmacia, al colmado, en una cabaña, o en la misma discoteca de su preferencia, y pedirlo, pues vienen en presentación de tableta.
Existe otra variedad en el mercado, que es líquida, de acuerdo a lo narrado por los usuarios que prefirieron mantenerse en el anonimato.
Juan, como le llamaremos, relata que él consume ese fármaco cuando “liga a una jeva” en un colmadón o una discoteca, para “matar”, es decir, para impresionar a su nuevo levante.
De igual forma manifiesta otro de los caballeros, que dice sin titubear: “Si voy a pegar un cuerno ( una infidelidad) yo me la tomo, para no pasar una vergüenza”. Otros consultados también coinciden en que solo se la tomarían para impresionar a la dama que halagan.
“Cuando estamos prendidos, con par de tragos en la cabeza, yo no puedo quedar mal”, indica otro de los caballeros, que tiene cerca de 37 años de edad.
“Una vez me tomé una pastilla porque había conquistado a una más joven que yo, pero no me funcionó. Así que me fui a mi casa y al otro día fue que vi la reacción (se ríe), la que gozó fue mi mujer”, cuenta otro de los entrevistados.
Aunque en el país se han registrado recientemente algunas muertes, que las relacionan con el consumo de este tipo de producto, no existe, por el momento, ninguna evidencia o estudio que así lo confirme.
Las autoridades solo resaltan la alta demanda que tienen estos fármacos en la población.
Tras nuevas emociones
Una baja autoestima, presión social, experimentar nuevas emociones o tener una disfunción eréctil pueden ser algunos de los factores que conllevaría a que los hombres consuman estimulantes sexuales, de acuerdo con la sexóloga Mirtha de León.
“La presión de grupo, de que yo quiero lograr lo que el otro me contó. Déjame ver si es verdad lo que dicen de esas tabletas, de esas pastillas.
Quieren saber cómo rendir más y se va haciendo un círculo vicioso. También puede ser que hayas tenido un encuentro tal cual y que no resultara como te lo esperabas, así que cada vez que vas a sostener relaciones sexuales, la persona entonces va con temor, con ansiedad, duda, miedo y eso hace que busque ayuda en los productos farmacéuticos sin buscar el apoyo del médico, sin saber si lo necesitas”, dice.
De León cita que el uso sin supervisión y orientación médica provoca que las personas corran riesgos de un infarto, arritmia cardiaca y descontrol a nivel del aparato cardiovascular.
Explica que la función principal de estos productos es aumentar la presión arterial, la del pulmón y después que ellos hacen eso, llega el “efecto secundario, el de producir una erección”.
Este tipo de medicamento es para los pacientes que pierden la erección por edad avanzada o una enfermedad.
Precisa que si la persona tiene una enfermedad cardiaca sin diagnosticar o bebe algún medicamento anti hipertensivo, que haga sinergia con el producto sexual, entonces tendrá problemas como “arritmia, accidentes cerebro vasculares, hipertensión arterial, pulmonar”.
Sobre la medida del Ministerio de Salud Pública de poner control a la venta de estos estimulante, la valoró de positiva, pero agregó que debe realizarse un trabajo de educación sexual en la población.
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De estimulantes sexuales tiene registro sanitario de acuerdo a los datos de 2017.