Santo Domingo.- Los elevados localizados en el gran Santo Domingo se han convertido en puntos para que extranjeros y nacionales lo utilicen para vender diversos artículos que van desde comida hasta accesorios para celulares.
Algunos vendedores procedentes de Haití o Venezuela, utilizan esas vías rápidas, para ganarse la vida. Èl o ella aprovecha el caos vehicular para vender sus artículos.
A diario el elevado de la Kennedy, el de la Gómez o el de la 27 de febrero, se observan a los vendedores ambulantes tratando de ganarse el sustento.
Los rubros que dispensan varían. Puede ser desde piña, lechosa, aguacate o simplemente un dulce para aguantar mientras el tránsito avanza.
A este proceso de venta se suman en algunos momentos, menores de edad, que al abordarlo sobre por qué están trabajando en vez de estar en la escuela solo atinan a decirte: «hay que buscarse el moro».