Drayan Díaz, joven agricultor que desde los 18 años está trabajando en la tierra ahora tiene 20 tareas en producción. Elieser Tapia
Santo Domingo .-República Dominicana tiene cultura empresarial que promueve el espíritu emprendedor joven, y para muestra de esto sólo es necesario hacer un recorrido por algún boulevard comercial o turístico para encontrar decenas de negocios manejados por está población.
Un ejemplo de eso es Fenix Cuevas quien lleva 14 años de instalar su propio negocio en el Distrito Nacional. La dama de 33 años oriunda de Neiba, abrió su salón a los 19, y cuenta que en ese tiempo se ha tenido que reinventar en varias ocasiones.
“Mantenerme ha requerido de diversas estrategias de negocios”, asevera mientras sonríe al dar la bienvenida a una cliente. Visiblemente agotada Cueva invitó a la joven a pasar e incluirse en una larga lista de espera, unas seis mujeres esperaban ser atendidas, mientras las demás recibían atenciones de algún servicio de belleza.
Cuevas sostiene que la calidad de sus servicios han marcado la diferencia y ayudado a crecer. “Comencé en la sala de mi casa, y ahora estoy en un local con dos empleadas.
De todo, lo más gratificante de mi negocio es poder manejar mi finanzas y proveer las necesidades a mis dos hijos”, argumenta al señalar que su sueño es dar el salto a la formalidad y hacer crecer el número de empleados.
Igual que Cuevas, Lilian Acosta de 30 años también emprendió en el sector turismo inmobiliario. Detalla que tiene tres años con un proyecto de renta de apartamentos a viajeros de paso en Las Terrenas, labor que realiza simultánea a su empleo de gerente en una cadena hotelera.
“Estoy trabajando poco a poco para ser mi propia jefe, pero sé de los desafíos que es emprender sin seguros, ni ahorros para el retiro, entonces prefiero trabajar doble hasta que mi negocio pueda formalizarse”, subraya. Similar pasa con Drayan Díaz, uno de los cientos de dominicanos que ve en la agricultura la oportunidad para acceder a mejores condiciones de vida.
Díaz resalta que durante la pandemia comenzó un proyecto de siembra de yuca de alto rendimiento, esperanzado mejorar sus condiciones de vida, y así poder formarse académicamente como ingeniero en software. Ahora Díaz está cosechando yuca de la variedad señorita, con apenas 23 años, ya tiene 20 tareas de tierra sembradas las cuales vendió mediante contrato.
“Esta ha sido un buena cosecha”, dijo mientras mostraba con orgullo un plantón de yuca que acaba de sacar.
Su proyecto fue validado por el programa Agroemprende de Barrick Pueblo Viejo en la provincia Sánchez Ramírez.
Cuenta propia
Similar a Díaz en el país hay unos 1,105,806 jóvenes que están trabajando por cuenta propia en el sector informal, de acuerdo a las estadísticas del Banco Central.
De esos, unos 358,127 tienen edades comprendidas de 15 a 24 años y 747,679 dentro del rango de 25 a 39 años. Cabe destacar que en esta última categoría se mide los un grupo que está cuatro años más que el rango legal a nivel local de la categoría joven.
Desafíos y retos
Cada historia de emprendimiento tiene detrás decenas de desafíos superados, y otros que aún siguen ahí esperando soluciones.
De acuerdo a José Nelton González, presidente de Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), los principales desafíos que enfrentan los emprendedores se centran en la elaboración de sus planes de negocio, el acceso del capital necesario para acelerar su proyecto, el acceso a talento humano calificado y el cumplimiento de las obligaciones fiscales que representa una carga alta para las para las micro, pequeñas y medianas empresas, limitando así su desarrollo.
Apunta que abordar estos desafíos de manera integral es esencial para fortalecer el tejido empresarial y promover un ambiente favorable para el crecimiento sostenible del emprendimiento en el país.
Señaló que el emprendimiento desempeña un papel crucial en el desarrollo económico y social del país al impulsar la creación de nuevas fuentes de empleo e innovación, contribuyendo así a elevar los niveles de competitividad a nivel internacional.
Para González fomentar el desarrollo de nuevas ideas de negocios, es esencial apoyarse de la Ley de Emprendimiento e Innovación 688-16, este marco regulatorio proporciona la base de colaboración entre todos los actores del ecosistema emprendedor, con el objetivo de incrementar los casos de éxito en el país.
De su lado, Luis Miura, presidente de Confederación Dominicana de las Micros, Pequeñas y Medianas Empresas, señaló que en el país hay miles de jóvenes que hacen negocios en el sector servicio en especial en el desarrollo de software, videojuegos y reparación de equipos tecnológico, los cuales se mantiene en la informalidad.
Esta situación representa un reto de seguridad y de acceso a crédito, dijo al resaltar que es necesario aplicar programas que simplifiquen la formalidad y reduzcan la carga impositiva a los mismo.
El Gobierno enfoca asistencia a jóvenes
Apoyo. El Gobierno a través del programa Laboratorio de Emprendimiento entregó hasta mediado del pasado año unos RD$4,316 millones a jóvenes emprendedores a 51,784 jóvenes.
Mientras el Banco Agrícola de la República Dominicana (Bagrícola) entregó este año crédito por un valor de RD$48 millones a tasa cero a 85 jóvenes con edades entre 18 y 35 años, que se dedican a la producción de carne, huevo y al cultivo de diferentes rubros en San Juan, Barahona, Pedernales, Elías Piña, Bahoruco, Azua, Peravia e Independencia, explica administrador del Bagrícola, Fernando Durán.
Explica que la agricultura también es para jóvenes y esos recursos garantizará el relevo generacional en la producción agropecuaria del país.
Dijo que esa iniciativa incluye garantizar asistencia técnica a los productores y un extenso programa de becas para capacitar sobre las diferentes actividades agropecuarias.