Es prematuro evaluar la gestión de Danilo Díaz como ministro de Deportes cuando sólo lleva un mes y pico al frente de la cartera.
En el primer Consejo de Gobierno de la gestión que arrancó el 16 de agosto, el presidente Danilo Medina reveló que el ministro deportivo había sido el funcionario mejor valorado del primer mes, noticia refrendada con aplausos por los presentes.
Hasta ahora el ministro ha centrado sus actividades en armonizar relaciones con diversos sectores, deportivos o no, principalmente con el movimiento olímpico. No es casual que en esa luna de miel Luis Mejía Oviedo, presidente del COD, ahora siempre se le ve sonriente.
En esta etapa de presupuesto comprometido y casi agotado el ministro se está manejando con iniciativas como la del homenaje a Osvaldo Virgil, de gran valor social, pero de poca monta económica.
Jaime David Fernández Mirabal, contrario a los que muchos consideran, tuvo sus aciertos al frente del ministerio, pero su estilo de confrontación le forjó una mala imagen a la política deportiva gubernamental y a eso ha llegado el nuevo ministro, a exponer la otra cara de la moneda.
Ojalá también a partir de ahora el presidente Medina tenga motivos para referirse al deporte en su próxima rendición de cuentas.