Recientemente uno de los jugadores de la selección mayor del voleibol masculino me comunicó, tal vez con la esperanza que interviniera a favor de los integrantes del equipo, para que la asignación mensual que le otorga el Ministerio de Deportes le sea aumentada; luego de mi asombro, le dije que lo único que podía hacer a favor de la selección era escribir este artículo.
Resulta que a cada volibolista de alto rendimiento le entregan cada mes una dotación de 4 mil pesos, misma que no le alcanza mínimamente para cubrir sus necesidades básicas como deportista: indumentaria, agua y transporte, y no decir de las otras necesidades aún más básicas, alimentación adecuada, conforme a la condición de atleta, salud y educación.
Cuando le pregunté, momentos antes de los entrenamientos con miras a la participación en la Copa Panamericana, a celebrarse en Canadá en julio del presente año, que por qué no le habían aumentado la asignación de los 4 mil pesos que datan desde hace aproximadamente 10 años, me dijo, nos han dicho que para ellos el voleibol masculino no existe, infeliz respuesta.
¿Y es cierto que el voleibol masculino no existe? Nada de eso, sino veamos cual ha sido su desempeño de los últimos años: A finales de 2014, en los Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, la selección mayor obtuvo la medalla de oro; luego la selección sub 23 ganó la presea de bronce en la Copa Panamericana, celebrada en la Habana ese mismo año; si logros como esos no pueden tipificarse de buen desempeño, pese al casi nulo apoyo que reciben, no sé cómo llamarle a esos resultados.
La disciplina del voleibol,como deporte de conjunto, es la que en la historia deportiva dominicana más brillo le ha dado; por lo que su fomento y apoyo, aún en la lógica de los que entienden que la rama masculina no existe, merece ser ofrecido y otorgado por los involucrados que tienen capacidad para hacerlo.
Tal vez una fuente de recursos que puede ser destinadaparcialmente a ese propósito, sería la de no gastar fondos en la promoción deportiva en tierras lejanas donde residen dominicanos o los que son de ascendencia nacional; los cuales en su condición de residentespermanentes o de ciudadanos de otros países, es responsabilidad de la nación que los acoge en gesto de buena voluntad.
Los integrantes del proyecto nacional de voleibol masculino, entre los que se encuentran los dela selección; así como los que están en la etapa de formación de relevo, no deben pasar de 35 atletas, aumentarle la dotación es una necesidad, si es que lo queremos ver en los lugares alcanzados por la rama femenina.
El material humano en el voleibol masculina está, solo falta el complemento de la dotación y alguito más.