Reuniones sociales recientes en las que han estado presentes exatletas y dirigentes deportivos me han permitido confirmar que hay una creencia firme de que son los cronistas deportivos los responsables exclusivos de seleccionar los miembros que ingresan al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Aunque otras veces se ha explicado sobre la participación de los cronistas en la selección de los inmortales, incluso Ramón Cuello, presidente de la ACD, ha librado algunas batallas públicas en ese sentido, aclaro de nuevo que los periodistas deportivos solo tienen “derecho” a seleccionar dos exatletas (no propulsores) y uno de ellos debe ser pelotero profesional, de acuerdo a una lista restrictiva suministrada por el llamado Comité Permanente, que esta vez está presidido por Dionisio Guzmán.
Hace años decidí no votar, aunque recibo la boleta, electrónica o física, pero no debo decir los motivos. Antes esa gestión se realizaba a través de la ACD, pero desde hace un tiempo se ejecuta de manera individual con todos aquellos que realizan trabajos de crónica deportiva.
El Comité Permanente históricamente ha estado conformado de personajes de gran prestigio, buenas costumbres y buenas intenciones, pero el Pabellón arrastra muchas distorsiones a través del tiempo, iniciando por el desorden cronológico que impide que atletas del pasado con méritos sean seleccionados primero que otros de tiempos recientes que pueden esperar su turno.
La compensación de los cinco salarios mínimos, sin restricción, es otro tema.
