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SANTO DOMINGO.-Cuando hay pérdida de la audición, las señales que entran por los oídos y llegan al cerebro están degradadas, por lo que éste tiene que trabajar duro para entenderlas, afectando la vida cotidiana de quien los padece, provocando cambios en el carácter y en su desarrollo social y laboral, que pueden generar aislamiento e incluso en depresión.

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Erika Rodríguez
Periodista, ganadora del Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua en la categoría Gastronomía y Turismo.