Se hace muy difícil salir por la puerta grande en una serie larga, cuando la producción se hace casi nula en la cancha del contrario.
Eso ha venido ocurriendo con los Astros, primero ante los Yankees, en cuyo estadio no ganaron uno, y esa historia se repitió en el primer partido frente a los Dodgers.
Desconozco el resultado del segundo anoche que se escenificaba anoche también en los Ángeles, pero las estadísticas que compilan los Astros fuera de casa han sido sencillamente catastróficas.
Mientras que en su casa son unos monstruos, con récord de 6-0, con 5.17 carreras por juego y su cuerpo monticular tiene una excelente efectividad de 1.17, y apenas dos jonrones permitidos.
Sin embargo, el giro es de 180 grados fuera de su gallinero, porque tienen el pésimo récord de 1-5, con apenas 2.33 carreras producidas, efectividad malísima de 6.61, con 11 cuadrangulares permitidos.
En seis juegos en casa, los Astros producen un promedio 31 carreras, cifra bastante respetable.
¿Puede caber la posibilidad que ese equipo sufra de apriete cuando está en terreno ajeno?
No lo creo, por lo que en cualquier momento puede virarse la tortilla.