Santo Domingo. – Un gremialista “pelo en pecho”, presidente histórico del CMD; un cardiólogo de izquierda formado en seguridad social y el nieto de un legendario líder socialdemócrata son los que dicen al oído lo que la junta directiva del gremio médico quiere oír en su confrontación con las ARS, los que enderezan los caminos torcidos, los “cuco” que ponen cara -desde la sombra- a las ARS.
El doctor Senén Caba no está solo en la lucha que libra contra las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS). Alguien más hay detrás susurrándole al odio. Y no siempre están en el frente, sino en las sombras; pero nunca abandonan las trincheras y dan la cara en escenarios puntuales.
Un médico izquierdista y un expresidente, ambos con fuerza gremial y conocimiento de los temas de seguridad social. Otros están más alejados, pero igual influyen en los caminos tomados por el gremio médico y su presidente. En ese grupo se incluye un nieto del legendario líder socialdemócrata Juan Bosch, el experto en seguridad social Matías Bosch Carcuro.
¿Quiénes son?
El cardiólogo Fulgencio Severino es el asesor más fuerte en la lucha. De tendencia izquierdista, es presidente del Movimiento Patria para Todos, que agrupa a profesionales de diferentes vertientes.
Sombra omnipresente en las últimas cinco juntas directivas del CMD, se ufana de ser uno de los médicos que más sabe de seguridad social en República Dominicana y por eso es llamado cada vez que suenan tambores de guerra. Lo hace, y así es, porque tiene formación y ejercicio.
Su influencia entre los gremialistas y juntas directivas sucesivas del CMD trasciende el tiempo, pues es el pulmón que oxigena los encontronazos en el sistema de seguridad social gracias a sus conocimientos técnico-jurídicos del tema.
Es temido cuando acude a las reuniones con funcionarios gubernamentales del área de la salud y en confrontaciones con ejecutivos de las ARS, por sus posiciones duras, su poca capacidad para ceder y sus conocimientos de todos los actores del sistema y los intríngulis que se manejan.
Su trabajo incluye exposiciones, consejos, análisis de propuestas planteadas por el gobierno y el sector privado.
De origen campesino, en su oriunda Salcedo, es director del Departamento de Cardiología del hospital Salvador B. Gautier, puesto ganado por concurso y en el cual se mantiene desde hace varios años.
Se ha formado en el tema que nos ocupa, pues posee una maestría en gestión de seguridad social de la Universidad de Alcalá de Henares y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social. También hizo especialidad en estadística aplicada las ciencias de la salud en la Universidad de Navarra.
Dio sus primeros pasos políticos en la Unión Patriótica, agrupación salida del poderoso Movimiento Popular Dominicano (MPD) que combatió la férrea dictadura de Joaquín Balaguer durante los 12 años de su régimen de horror.
Sus dos grandes referentes en el accionar político son el guerrillero Ernesto Che Guevara y el pacifista hindú Mahatma Gandhi.
Waldo Ariel Suero
El médico Waldo Ariel Suero ha sido presidente del gremio en cinco ocasiones. Conocedor del poder y cómo enfrentarlo, es un recio combatiente a favor de los médicos.
Sus palabras en el CMD se toman de un sabio, aunque se guarda equidistancia con su figura, habida cuenta de que es un eterno aspirante a la presidencia del Colegio Médico -y la presente coyuntura no es la excepción-, al decir de algunos dirigentes que le aprecian y a la vez le temen.
En las reuniones donde se atiza el fuego, suelen invitarlo; en los encuentros con los contrarios nunca falta, por su sapiencia gremial y su tenacidad en las históricas luchas médicas del pasado reciente.
Se dice que el presidente del CMD, el doctor Caba, es su discípulo y que gracias a la zapata del doctor Suero hoy es presidente del gremio de los médicos dominicanos por segunda vez. También se dice que Senén le saca la alfombra cuando lo entiende.
Es una figura que a la vista rechina: es símbolo de paros, confrontaciones. De hecho, el país político siempre llama Waldo Huelga a este pediatra oriundo de San Juan de la Magua y con ejercicio clínico en el más antiguo hospital infantil del país, el Robert Reid Cabral.
Hay una cosa, sí, que hay que reconocerle: con sus luchas, sus rabiacas públicas y sus posiciones a veces obtusas ha logrado mejora del salario médico, pensiones más dignas y que se mantenga el velado miedo a este centenario gremio profesional.
Matías Bosch
Criado en Cuba con los tormentos del exilio familiar y con formación universitaria en esa nación y en Chile. Es conocedor del desigual sistema de seguridad social de la nación del cono sur por lo que sabe, a herida viviente, muchas de las funcionalidades del mismo. Y sabe, también, que los armadores del sistema dominicano tomaron mucho de aquél.
Nieto del profesor Juan Bosch, tuvo en las manos las riendas de la Fundación Juan Bosch por unos 10 años, una entidad que mantiene el legado del abuelo y de poca incidencia en las actividades políticas, culturales e históricas de la nación.
Matías Bosch Carcuro, académico, investigador y activista social, su formación superior incluye un máster en gestión y políticas públicas, así como un postítulo en asentamientos humanos en Chile.
En la Universidad de Camaguey, en Cuba, se diplomó en ciencias pedagógicas, estudios que complementa como un máster en ciencias sociales mención política, en la Universidad de Artes y Ciencias Sociales, y literatura y ciencias en artes ambientales en Chile.
Es cabeza visible de la Coalición por una Seguridad Social Digna, un arcoíris de organizaciones sociales, comunitarias y gremiales que mantienen una campaña frontal por desnudar los beneficios de las ARS, que consideran un engaño al pueblo.
Al círculo de Senén Caba es llamado ocasionalmente, cuando se necesita avivar la agitación de las consignas más allá de las batas blancas. Su dirigencia influyente en la Coalición por Una Seguridad Digna conecta con grupos sociales, comunitarios y profesionales que pueden resonar los mensajes anti ARS y anti AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones).
Está convencido de que las ARS y las AFP sólo sirven para enriquecer aún más a los ricos y para que los pobres tengan menos acceso a la salud y a una pensión digna.