Siempre he estado de acuerdo con la evolución de la música, porque nada puede quedarse estancado, y así como cambian los tiempos también lo hace uno como persona.
Pero por aceptar los cambios no significa que tengamos que permitir que en las canciones se atente contra la moral de las personas, como está ocurriendo en los actuales momentos, que ya no es extraño escuchar palabras obscenas en canciones de mucha pegada.
Hace unas semanas que en mi programa de radio “Aquí está el merengue”, que se transmite los sábado por Rumba 98.5, realicé un especial sobre los merengues prohibidos por doña Zaida de Lovatón.
Y en verdad muy pocos de estos temas poseen contenido tan pícaros e insulsos como los que uno escucha hoy y sin embargo fueron vetados por considerarlos nocivos para quienes los escuchaban.
El Conjunto Quisqueya posee el récord de más merengues prohibidos entre los 70 y 80, pues más de 10 canciones de esta orquesta fueron prohibidos, como “Los limones”, “El nene se despertó”, “Mi piel”, también llamado “Mira como se me pone” y “Lamento del soltero”, entre otros.
Esos merengues son oraciones religiosas para lo que uno escucha hoy y no existe un órgano regulador que le ponga un alto a estos adefesios musicales.
Dembow, reguetón, bachata y hasta algunos salseros se han ido por esta línea insulsa, como es el caso de Yiyo Sarante, que desde el título debió ser prohibido “Mejor lo hago con las manos”. Eso está fuerte.
Uno de los artistas que más temas de contenido sucio tiene es “El mayor Clásico”.
También un nuevo exponente que se hace llamar “El súper nuevo”, con una canción que pese a ser tan indecente suena por donde quiera y ya hasta los niños la cantan como si se tratara de algo normal. ¿Quién pondrá orden en la música dominicana?.