¡Los abusadores me cortaron la luz!

¡Los abusadores me cortaron la luz!

¡Los abusadores me cortaron la luz!

El jueves de la semana pasada, el periódico El Día  publicó mi ya tradicional artículo semanal. En el mismo yo denunciaba que en  el sector donde vivo EDESUR interrumpe el servicio energético, en forma rutinaria, de 8:00 a.m., a 4:30 p.m.  Escribí, además, que estaba molesta porque, desde una semana antes, también han estado interrumpiendo la energía de 8:00 p.m. a 1:00 a.m., castigándonos con más de trece horas de apagones e informé que, cuando yo llamaba  a la unidad de Servicio al Cliente de dicha empresa, la información que me brindaban era que mis declaraciones no coincidían con las que les presentaban sus sistemas informáticos, en los que aparecía que nuestro sector estaba recibiendo el servicio energético con normalidad.

Pues toca la casualidad que, ese mismo jueves en la noche, cuando llegué a mi apartamento me encontré con que nos habían cortado la luz, pues éramos los únicos en el edificio que teníamos interrumpido el servicio energético. Yo me sentí sorprendida,  pues estaba segura de que había pagado mi factura del mes anterior. Un cierto sentido de suspicacia  automáticamente asoció  este hecho con la publicación de mi artículo esa mañana.  Comencé a pensar que si era por error que me habían cortado la luz era una extraña coincidencia,  en un país donde no existen las coincidencias. Y tomé la decisión de quedarme en calma hasta el día siguiente, con la determinación de acudir a las oficinas de esa empresa a pedir una explicación.

Desde muy temprano, al día siguiente, me dirigí a una de las oficinas de  EDESUR a pedir una explicación por este molestoso suceso.  La explicación que me dieron es que en mi sector hay una avería y que eso había afectado la luz de mi apartamento. Extrañamente fui la única de todo el sector que se vio afectada por esa avería, aunque vivo en un edificio de apartamentos donde más nadie tuvo problemas.

A pesar de que pago todas mis facturas, EDESUR me mantuvo 24 horas sin luz y me devolvió el servicio después de decenas de llamadas reclamando que me reconectaran el servicio.  Sobra decir que todos los alimentos que guardaba en la nevera se me dañaron  y nadie responde por esas pérdidas, como es común en nuestro país.

Las explicaciones que me dio EDESUR no hay manera de que puedan ser  creíbles. Prefiero creer que fue una coincidencia y no en la historia de la avería en el sector que sólo dañó la luz de mi apartamento.

Pero créanme que, aunque no viví la época de Trujillo ni la de Balaguer, experimenté por un momento un sentimiento raro. Me pareció haber recibido un mensaje de amedrentamiento, una amenaza, por parte de la empresa distribuidora de electricidad, parecido a como los aparatos represivos de esos déspotas actuaban contra las personas que manifestaban una crítica en su contra.

Si fuera éste el caso, y no la de una extraña coincidencia, estoy preparada para seguir recibiendo apagones resultantes de una avería que sólo me afecta a mí. Para lo que no estoy preparada es para quedarme callada ni indiferente ante los abusos de las empresas de electricidad.

Aprovecharé las próximas horas de apagón selectivo para escuchar los grillos de la noche y observar las estrellas. Mientras tanto sigo reiterando que son unos ABUSADORES.

Isauris_almanzar@hotmail.com



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