El béisbol profesional, como industria del espectáculo, alcanza una alta incidencia promocional en los montos de los contratos otorgados a sus protagonistas, y de ahí que la semana pasada el morbo estuviera por todo lo alto, a propósito del 2 de julio.
De los primeros 30 contratos reportados 20 eran de muchachos dominicanos que apenas alcanzaban los 16 años y ya se convertían en millonarios (en pesos todos y otros en dólares), sin haber tirado una bola en el profesionalismo. Tres de este año se metieron en el “top ten” de los firmados en el país, que sigue encabezando Nomar Mazara, (US$4,950.000, OF, 2011, TEX).
Jairo Beras (US$4,500.000, OF, 2012, TEX), Michael Ynoa (US$4,250,000, PD, 2008, OAK), Jhailyn Ortiz (US$4,200.000, OF, 2015, PHI), Wander Javier (US$4,000.000, SS, 2015, MIN), Vladimir Guerrero jr (US$3,900.000, OF, 2015, TOR), Ronald Guzmán (US$3,450.000, 1B, 2011, TEX), Miguel Sanó (US$3,150.000, 3B, 2009, MIN), Elier Hernández (US$3,000.000, OF, 2011, KC) y Gary Sánchez (US$3,000.000, C, 2011, NYY).
La mayoría con pasos lentos en su desarrollo y muchos quedados en el camino. ¿Los beneficios del Estado con esas firmas? Ese es otro tema. ¡Salud para los agraciados!