SANTO DOMINGO.-Ellas no se arrastran como aparentan, sino que adhieren tierra hacia su cuerpo gracias a un proceso de contracción y expansión de los diversos anillos que poseen en su fisonomía.
Las lombrices, especies que pertenecen a la familia de las lumbricidaes, y una denominada lumbricudes terrestres o lombrices para alimentarse tienen que desplazarse triturando pedazos de tierra en una boca que no tiene dientes y que fraccionan en una molleja y esófago.
Valor ambiental
“Su más importante rol en la naturaleza es que permite acelerar la circulación de nutrientes e incorporar materia orgánica, descomponerla, humificar los suelo y crear mejor aireación permitiendo que muchos nutrientes sean absorbidos por las plantas e incorporados a su metabolismo”, reveló el reconocido biólogo Luis Carvajal.
Otra importante función es que toda la dinámica de la micro fauna y flora está íntimamente asociada a la presencia de lombrices y cuando se tienen sanas, todos los procesos se estabilizan mejor, además de ser fundamentales en las cadenas tróficas porque muchos insectos, aves, invertebrados y mamíferos, crustáceos, entre otros, se nutren de ella.
“Lo más interesante es que hay muchas platas cuyas semillas, sólo pueden germinar si atraviesan el tracto intestinal de las lombrices, que cuando terminan expulsándolas con el montecito de humos de tierra, les permiten germinar y crecer rápidamente”, refirió el ambientalista, miembro de la Academia de Ciencias de la RD.
Afirma que las lombrices son indicadoras del estado de complejidad y funcionalidad de los ecosistemas, y donde hay poblaciones naturales sanas, suelen haber múltiples relaciones ecológicas.
Particularidades
Esas especies tienen un único intestino largo y afilado que termina en un año y que tiene tres zonas de absorción. Lo más curioso es que su larga vida está íntimamente asociada a la calidad de la nutrición, si el suelo tiene la humedad y hay un flujo de materia organiza suficiente, pues ellas tendrán una larga y cómoda vida.
Comenta Carvajal que por el contrario, cuando vienen períodos de sequía, ellas tienen la particularidad de entrar en una especie de receso y prácticamente parar la vida y retornar de nuevo cuando humedece, como también sucede con los huevos que posee en una especie de bolsitas.
El destacado ambientalista, refiere que el largo de las lombrices depende del tipo de la especie y los alimentos que estas ingieran.
Las más usadas en la lombricultura, que se conocen como eisenias, miden hasta 30 centímetros; existen las que están sumergidas no tan profundo, unas que pueden alternar debajo y sobre la tierra, mientras que otras están por dentro de la tierra.
“Las más importantes desde el punto de vista de la ecología y la agricultura son las que habitan a nivel superficial, que se usan a nivel comercial, que por lo general tienen colores rojizos”, detalló Carvajal.
Sostiene que hay algunas que pueden vivir en el agua y han sido seleccionadas y domesticadas para permanecer donde hay cultivos de peces con la idea de que reciclen las heces fecales de estos.
