Roberto Marcallé Abreu
MANAGUA, Nicaragua. Hoy, temprano, leí una noticia en los medios dominicanos que, presumo, impactará seriamente a familiares y amigos.
Una joven fue atropellada en una sección de la provincia de Samaná. Los restos mortales se encontraban en la morgue del hospital local. Al momento de publicarse el hecho se carecía de una identificación positiva de la occisa y nadie se había presentado a indagar detalles del caso.
Informaciones de índole trágica son parte esencial de los días en que se producen eventos que el común de las personas considera o califica como de asueto, vacacionales o sencillamente festivos, muy al margen de sus motivaciones reales (en este caso la “Semana Santa”). Ayer las autoridades habían contabilizado dieciséis fallecimientos, una cifra que, sin duda, aumentará.
Observo en una foto el rostro de un joven, Junior Tavares, quien disfrutaba junto a amigos y parientes en la playa llamada La Posita, en Nagua. Un golpe de ola lo arrastró y le ahogó. Un joven de 26 años se suicidó, tras quitar la vida a su pareja, Jennifer Minaya, de apenas 16 años.
Otro evento que se repite es el de los choferes de vehículos pesados y la forma temeraria, por no decir criminal, en que muchos de estos desaprensivos conducen.
Se observa un vehículo de la asistencia oficial gravemente averiado, tras de ser embestido por una patana que, de acuerdo a testigos, “se desplazaba a alta velocidad”. El boletín número dos menciona la ocurrencia de 52 accidentes de tránsito y 81 personas afectadas, así como los conductores de motocicletas involucrados.
Accidentes de tránsito, intoxicaciones, riñas, actos de delincuencia. Las cámaras situadas en diferentes lugares y videos subidos a las redes muestran a sorprendidos ciudadanos a quienes antisociales despojan de sus pertenencias a punta de pistola.
Las noticias positivas provienen principalmente del sector oficial. Por ejemplo, la inauguración del “Corredor Charles de Gaulle” integrado por 94 autobuses que recorrerán 17 kilómetros y que conectarán con el metro, los teleféricos y otras rutas de autobuses.
Se citan noticias vinculadas con la recuperación del sector agropecuario, los programas sociales encaminados al rescate de personas desposeídas, la celebración de una Feria de Ciencia y tecnología entre numerosos hechos.
De acuerdo con los reportes de los centros médicos públicos, se ha producido una baja en el ingreso de pacientes en el área de emergencia y de muertes “en relación a otros años”.
Al respecto, la directora nacional de Emergencias, Miriam Montes de Oca, manifestó que “la población ha ido aprendiendo”.
Pocas personas se apreciaron en playas muy concurridas en otros tiempos como JuanDolio y Guayacanes. En Boca Chica el flujo fue ligeramente superior.
Se ventilan en los tribunales diez grandes casos de lavado de activos, corrupción, irregularidades administrativas, estafas a gran escala, narcotráfico nacional e internacional, trata de personas.
El camino es largo y es bastante lo que falta por recorrer. Solo que, por primera vez, existe una voluntad firme de que el país arribe a buen puerto tras luchar contra una tormenta feroz que estuvo muy cerca de hundir la nave de la República.
