Lo que sustituyó el cariño de los padres…

Lo que sustituyó el cariño de los padres…

Lo que sustituyó el cariño de  los padres…

Isauris Almánzar

El avance de la ciencia y la tecnología nos están haciendo la vida más cómoda y hasta más prolongada.
Muchas personas que antes tenían que salir a trabajar, hoy pueden hacerlo desde sus casas gracias a la computadora; los celulares cumplen cada vez más funciones y ya tenemos prótesis 3D.

Estamos recibiendo beneficios enormes de la tecnología, aunque algunos la usan en su contra. Me refiero a los padres de familia que regalan tabletas electrónicas a sus hijos en vez de juguetes, “para que se entretengan”.

Lo que no perciben es que están limitando el contacto de estos infantes con el mundo y les reducen la oportunidad de socializar, experimentar y desarrollar su cerebro de forma natural. Estamos apostando a la conformación de una generación de personas con poco contenido humano.

A diferencia de épocas anteriores, los niños de hoy no piden bicicletas. Quieren una ‘tablet’. Y sorprende escuchar a los padres prometerles ese gran regalo “si se portan bien”.

Steve Jobs, el magnate de la industria informática, no permitía que sus hijos usaran el iPad. Incentivaba a sus hijos a leer los libros tradicionales y a usar juguetes. Y afirmaba que lo hacía por las consecuencias dañinas que sobre los niños ejercen estos aparatos. Y al igual que él, también lo hacen muchos grandes ricos.

Si los poderosos del mundo apartan a sus hijos de este tipo de tecnología, ¿por qué nosotros hacemos lo contrario?

Creo que los padres deben retrasar estos regalos electrónicos por el bien de sus hijos. Demostrarle amor a sus hijos no es cumplirles todos sus caprichos, sino decidir cuáles cosas les convienen en la vida.

Es cierto que hay muchos niños hiperactivos que necesitan un poco de entretenimiento para que sus madres puedan descansar. Pero hay muchas actividades que pueden sustituir a las ‘tablets’, por ejemplo leer, colorear o juegos educativos como los rompecabezas

Decisiones como estas van a hacer a sus niños más despiertos e inteligentes. Segura estoy de que en un futuro él o ella se lo va a agradecer.