El presidente Nicolás Maduro acaba de insistir en que ha llegado la hora de la recuperación económica de Venezuela cuando de pronto interrumpe su discurso y mira hacia arriba, con expresión preocupada.
Detrás de él, su esposa, Cilia Flores, se sobresalta y hace el gesto instintivo de quien reacciona ante el peligro, su mirada -y la de casi todos los que acompañaban al mandatario en la tarima- también fijada en el cielo.
Las cámaras que trasmiten en vivo el discurso de Maduro en ocasión del 81 aniversario de la fundación de la Guardia Nacional Bolivariana en la Avenida Bolívar de Caracas se sacuden y el audio se interrumpe por un momento.
Luego se puede ver como parte de los soldados que asisten a la conmemoración rompen filas y corren en varias direcciones, antes de que la transmisión se interrumpa definitivamente.
Fotografías publicadas posteriormente por la agencia Xinhua sugieren que para entonces el equipo de seguridad del presidente venezolano ya ha desplegado varios escudos para resguardar al mandatario.
Eso explicaría los gritos de «Tapa, tapa, tapa arriba Castillo» y «Arriba, mi comandante» que se pueden escuchar al final de la transmisión televisiva, en medio del ruido de las alarmas de vehículos cercanos.
Eran las 17:41 del sábado en Caracas (00:41 GMT de este domingo).
Te explicamos lo que se sabe hasta este momento de lo que el gobierno venezolano asegura fue un atentado con drones en contra del presidente Maduro.
Qué dice el gobierno: «drones con explosivos»
Según el ministro de información de Venezuela, Jorge Rodríguez, cuando el acto ya estaba por concluir «se escucharon unas detonaciones que las investigaciones ya establecen con claridad que correspondían a artefactos voladores de tipo dron».
Según el portavoz oficial fueron «varios artefactos voladores que contenían una carga explosiva que detonó en las cercanías de la tarima presidencial y en algunas zonas del desfile».
«Explotó frente a mí un artefacto volador. Una gran explosión, compañeros», relató después el propio Maduro.
«En un primer momento llegué a pensar que algo había pasado con un juego pirotécnico, con algún explosivo de estos de final de acto», confesó el mandatario.
«Pero observé que todos los soldados estaban firmes. Y en ese mismo momento de segundos, microsegundos, hubo una segunda explosión, por detrás de unas tarimas donde estaban familiares y oficiales, de lado derecho mío, que es lo que observan ustedes en las imágenes que hay gente que sale corriendo porque siente la onda explosiva», agregó el presidente, en un mensaje televisivo a la nación transmitido en horas de la noche.
Ya antes el ministro Rodríguez había adelantado que «todo el trabajo que se ha hecho después ha permitido establecer ya con evidencias que se trata de un atentado en contra de la figura del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, quien para tranquilidad de todas y de todos ha resultado completamente ileso».
El funcionario, sin embargo, informó que como producto de las detonaciones siete miembros de la Guardia Nacional Bolivariana que se encontraban en el desfile resultaron heridos.
Hay fotografías en las que se ve a al menos un guardia nacional con lo que parece ser una herida leve en la cabeza mientras es auxiliado por sus compañeros.
También hay imágenes muestran las manchas negras de lo que parece haber sido una explosión en un edificio cercano, así como a miembros de las fuerzas de seguridad y servicios de inteligencia inspeccionándolo de cerca.
Y en horas de la noche el propio Maduro informó que «han sido capturados parte de los autores materiales del atentado (…) y se encuentran ya procesados».
«Ha sido capturada ya parte de la evidencia, y no voy a adelantar más, pero ya la investigación está muy avanzada. Sin lugar a dudas hemos despejado la situación en tiempo récord y se trata de un atentado para matarme», aseguró el mandatario.
Más tarde, el fiscal general Tarek William Saab anunció que los capturados serían presentados públicamente el lunes.
Por qué hay quien duda sobre la versión oficial
Esta no es la primera vez que el presidente Maduro denuncia un atentado en su contra y hasta el día de hoy no ha presentado pruebas que respalden sus acusaciones, por lo que a pesar de las imágenes de TV muchos han expresado dudas sobre el supuesto ataque.
El escepticismo se explica en parte porque en la transmisión oficial del evento no se ve ningún dron, y varios medios periodísticos también han recogido declaraciones de personas presentes en la conmemoración que aseguran no haber visto artefactos de este tipo.
La oposición venezolana también se mostró escéptica de las versiones oficiales. «Aún está por verse si realmente fue un atentado, un accidente fortuito o alguna de las otras versiones que circulan por redes sociales», dijo el Frente Amplio Venezuela Libre a través de un comunicado.
«Lo responsable sería esperar a que se realicen las investigaciones pertinentes, pero es muy difícil creer lo que digan los burócratas del régimen», se le en la publicación del Frente Amplio, que aglutina a las principales fuerzas de oposición del país.
Y las dudas son alimentadas por algunos reportes periodísticos: el diario español El País, por ejemplo, citó a «un militar presente en el acto, que se encontraba a pocos metros de Maduro» que dijo no haber visto drones, aunque sí haber escuchado «una explosión ‘como de mortero’ y a cierta altura».
Mientras que la agencia de noticias AP asegura que tres bomberos que se hicieron presentes en el lugar de los hechos aseguraron que el ruido fue provocado por la explosión de un tanque de gas en un apartamento cercano.
Sin embargo, un agente de policía que pidió no ser identificado le dijo a AFP que los drones podrían haber sido lanzados desde el apartamento, el que se habría incendiado luego de la explosión de uno de ellos.
Y la versión oficial de un ataque con drones coincide con la de un poco conocido grupo de oposición llamado Movimiento Nacional Soldados de Franelas, el que se atribuyó la autoría del ataque a través de su cuenta de Twitter.
Quiénes son y qué dicen los Soldados de Franelas
Según la cuenta del movimiento, que tampoco ha ofrecido ninguna prueba de su vinculación con los incidentes del sábado, su objetivo era acercar dos drones cargados con explosivos C4 hasta el palco presidencial, pero «francotiradores de la guardia de honor derribaron los drones antes de llegar al objetivo».
«Demostramos que son vulnerables, no se logró hoy pero es cuestión de tiempo», se lee además en uno de los mensajes publicado por @SoldadoDfranela, una cuenta creada en marzo de 2014 que cuenta con unos 95.000 seguidores.
El Movimiento Nacional Soldados de Franelas asegura haber sido conformado hace cuatro años para «agrupar a todos los grupos de resistencia a nivel nacional para lograr efectividad en nuestra lucha contra la dictadura».
Y a través de su iconografía, el grupo parece reivindicar vínculos con Óscar Pérez, el exoficial de la policía que en junio de 2017 atacó la sede del Ministerio del Interior desde un helicóptero y varios meses más tarde murió acribillado en un operativo de las fuerzas especiales.
No está claro, sin embargo, si el grupo también es el autor de un comunicado sobre la que parece haber sido bautizada como «Operación Fénix», inicialmente difundido a través de Patricia Poleo, una galardonada periodista venezolana conocida por su crítica al gobierno.
El comunicado -hecho público por Poleo a través de su canal de YouTube, poco menos de tres horas después del ataque- simplemente está suscrito por un grupo de «oficiales, suboficiales, clases y solados» del ejército de Venezuela «en situación de activo o de reserva activa».
Y, en el mismo, los supuestos militares lamentan no haber alcanzado sus objetivos, pero aseguran que no descansarán hasta «lograr el retorno de la Constitución y la democracia», entre otras reivindicaciones políticas.
«Hoy no pudimos, pero seguiremos en nuestra lucha, porque la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tiene por función garantizar la independencia, la soberanía de la Nación, la integridad del territorio y el orden público interno», se lee en el comunicado.
A quién acusa el gobierno de Venezuela
En un primer momento el ministro de Información venezolano, Jorge Rodríguez, afirmó que el ataque contra Maduro es una muestra «de la desesperación que ya veníamos notando en algunos voceros de la ultra derecha venezolana».
Según el funcionario, los hechos «no evidencian más que el odio que hemos denunciado de manera permanente de aquellos que siendo derrotados en el terreno político, siendo derrotados en la guerra económica, siendo derrotados en todos los frentes (…) no cejan a recurrir a prácticas criminales, brutales, arteras».
Y luego el presidente Maduro dijo no tener dudas de que «todo apunta a la ultra derecha venezolana en alianza con la ultraderecha colombiana y que el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado».
Qué dice el gobierno de Colombia
Las acusaciones venezolanas han sido tajantemente desmentidas por el gobierno colombiano, que calificó los señalamientos de Maduro como «absurdos» y «carentes de todo fundamento».
«Ya es costumbre que el mandatario venezolano culpe permanentemente a Colombia de cualquier tipo de situación. Exigimos respeto por el presidente Juan Manuel Santos, por el gobierno y por el pueblo colombiano», dijo la Cancillería colombiana a través de un comunicado.
Y el Alto Consejero Presidencial de Comunicaciones del presidente Santos, Camilo Granada, también desmintió la versión.
«Eso no tiene base. El presidente está dedicado al bautizo de su nieta Celeste y no a tumbar gobiernos extranjeros», dijo Granada, en un mensaje enviado a los corresponsales extranjeros en el país.
Qué dice la oposición venezolana
Además de poner en duda la versión oficial se un atentado, el Frente Amplio Venezuela Libre denunció que las primeras reacciones del gobierno «no están dirigidas a esclarecer estos hechos sino a aprovechar la situación para atacar de manera irresponsable a la ‘oposición’ en genérico».
También, según su comunicado, «para tratar de desviar la atención del verdadero problema que preocupa y afecta al país, que es la tragedia humanitaria y la catástrofe económica y social que sufrimos la mayoría de los venezolanos».
La coalición opositora aprovechó además la situación para desmarcarse públicamente de soluciones violentas, asegurando que «la solución que merece nuestro pueblo es la solución democrática y constitucional».
También advirtió que el gobierno de Maduro podría aprovechar los sucesos del sábado para «criminalizar a quienes legítima y democráticamente se le oponen» y «profundizar la represión».
«Alertamos igualmente que este confuso evento pueda ser utilizado como excusa para suprimir el derecho constitucional que tiene el Pueblo a seguir protestando por la defensa de sus derechos», advirtió el FAVL.