Lo que observé en la visita que hice al Ministerio de Deportes
El lunes agarré mascarillas, un “chirriador” lleno de alcohol y arranqué para el Ministerio de Deportes, donde puse el oído en el corazón de la gente y les aseguro que he visto poco ambiente de tensión como el que percibí ahí… La idea era ir a saludar a muchos amigos que están ahí como parte del nuevo Gobierno…
Pero, y aquí está el bendito pero, desde el parqueo comenzó el “cuchicheo”… Hay muchos que están presionando por entrar y otros que tiemblan con la sola idea de que se los pueden llevar… Me alegró el ver a enllaves felices, pero me entristeció observar lo “ninguniao” que tienen a otros que esperaban más poder, porque llevan años luchando para que su partido llegara al poder… Gente que se han ganado un espacio en la sociedad mendigan para que le coloquen a alguien, cuando se creía que eso era “pan comido”…
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Ay ombe… Eran tantos los secretos que querían decirme que el tiempo pasó y me impidió ir a saludar al ministro Francisco Camacho… Como digo una digo otra: así como entristecí por los amigos que tienen “ninguniaos”, me alegré por la reposición de mi pana Cosiris Rodríguez… Es bueno que todos los funcionarios sepan que los inmortales del deporte y los veteranos de guerra no se tocan, ya ellos cumplieron con su país…
No tuve tiempo, pero me hubiera gustado ver, aunque sea de lejos, a la de Recursos Humanos, de quien dicen que “es una fiera que hasta los jefes le tienen miedo”… Eso no debe ser, Camacho es el ministro y debe pisar fuerte, no pedir permiso, porque él pertenece a un deporte de combate y esos se fajan con cualquiera hasta adentro de un saco o un ascensor… Seguiré…
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